Solo "resiste" uno, el Disfruta, pero todos los implicados coinciden en que solo es cuestión de tiempo. Personal de la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife precintó en la mañana de ayer el quiosco Sara, uno de los dos que habían sorteado hasta ahora la acción de la justicia, y la del propio consistorio de la capital.

Propiedad de Antonio López, presidente de la asociación que agrupa a los dueños de estos establecimientos, el Sara era uno de los referentes de la playa, y también uno de los más antiguos, si bien llevaba cerrado desde hace varias semanas.

López ha defendido en varias ocasiones que el quiosco, cuya actividad la inició su madre, tiene más de cuarenta años. "Incluso antes de la Guerra Civil", ha insistido.

Ayer a media mañana se puso punto y final a esa historia. Unos días antes le había tocado a La Cantina Internacional. Y semanas atrás los afectados habían sido el Caracol, Lucas, El Último, T-5 y Carmelo.

Todos los citados tienen que afrontar una sanción de 20.000 euros que les impuso Urbanismo por no cumplir con el periodo voluntario de cierre que se les concedió cuando se decretó el final de actividad. Solo quedó libre de esta multa el quiosco Rivero, que sí atendió la recomendación de la Gerencia.

Según varios de los dueños consultados ayer, las sanciones han sido recurridas. "Encima que nos han dejado sin actividad, nos multan", insistieron.

La situación del Disfruta se ha demorado al tener que reiniciar el procedimiento, pues la comunicación que se hizo no iba a nombre de la comunidad de bienes que lo regenta, sino que tenía como remitente a un particular.