Raúl García Mesa (La Orotava, 1969), vuelve a dar la murga. Aunque admite que su contacto en 2011 y 2012 con la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá fue gracias a su condición de músico, pues no venía con "pedigrí murguero", se muestra ilusionado en su regreso, en esta segunda etapa, para concluir los proyectos que entonces dejó pendientes.

El director musical de la Fufa, que por primera vez se pondrá al frente de la Afilarmónica, coincidiendo con la marcha de José Antonio González "El Flaco", que estuvo los últimos cuatro años y medio, se muestra sencillo y rehuye entrar en comparaciones. Junto a la Fufa, fue director musical entre 2011 y 2012 de la agrupación musical Sabor Isleño, con la que cosechó el segundo año un tercero de Interpretación.

¿Es más músico que murguero?

Llegué a la Ni Fú-Ni Fá en 2011 porque conocía a varios componentes de la sociedad. En el año de la transición, en que por desgracia falleció Enrique González Bethencourt, me pidieron la colaboración musical. A partir de ese momento quedé con René González; no soy murguero, sino músico. Nunca había sido componente, sino que me hice cargo de la dirección musical y de la grabación del CD del repertorio.

¿Por qué dejó entonces la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá?

Estuve un Carnaval y unos meses del siguiente y decidí dejar la murga porque estaba agobiado por el trabajo y hubo unas pocas discrepancias con la directiva de entonces.

¿Cuál es su objetivo ahora?

Regreso con la ilusión y las ganas para recuperar los proyectos que dejamos entonces, con colaboraciones incluso con la banda de Santa Cruz. El objetivo es culminar esos trabajos que teníamos planteados y desarrollados. No solo me encargaré del montaje musical y dirección de la murga, sino que también se van a potenciar otras facetas dentro de la sociedad, como las habaneras, o retomar el desaparecido grupo de folclore Tajinaste, y más iniciativas que podrán salir.

¿Será un objetivo complicado tomar el relevo a José Antonio González El Flaco?

Sustituir a El Flaco no es ningún reto. La sociedad tiene que seguir funcionando y trabajando con la persona que sea. El nombre de la institución es más importante y está por encima de quienes hayan estado, estén ahora o lo hagan en el futuro.

¿Conoció a Enrique González?

No lo llegué a conocer.

¿Hará letras también?

En las letras se está trabajando también. Tenemos diferentes iniciativas: se intentará un popurrí de canciones de otros años que han sido éxito y también hay varios letristas que ya están trabajando. No va a ser ningún problema.

¿Tendrán componentes?

Creo que ahora mismo hay 25 y en las próximas semanas se incorporarán otros; tenemos previsto llegar a los 40. Es el número ideal para todo.

¿La Fufa volverá a cantar a una voz?

Pienso que sí, no solo a una, sino también se puede hacer perfectamente a dos, como se hacía antiguamente. No es un tema de poca calidad musical; es un estilo de interpretar las canciones que debe permanecer en el tiempo para siempre.

"Salgo a ganar, por eso me fui de Triqui-Traques"

FRANCIS TRUJILLO "LA JUANA" EX. DIR. MUSICAL TRIQUI/AHORA EN TRABAS

Francis Trujillo (Santa Cruz de Tenerife, 1968) es hijo de artistas anónimos. Tanta tradición a la música había en casa que sus padres "se lanzaban puntas" con puntos cubano, "tipo murguero". Ya su abuelo cantaba Lo Divino en Valle de Guerra, aunque su devoción es el Carnaval, "un mundo de artistas". Se define "músico de oído", como sus hermanos, uno en Bambones. Su primera murga, Los Diablos, fue una formación callejera de la vía Monteverde: iba a Miraflores a interpretar canciones pícaras y pasaba el sombrero. Precisamente allí ensayaban Rebeldes, murguita que ahora dirigirá. Su primera infantil "federada" fue Afilapapas Desamparados, con maestro Gangeu. Luego, Ni Pico-Ni Corto, Chinchosos, Triqui-Traques, Desbocados... sin olvidar su sello musical en Ni Picas-Ni Cortas, con Juan Díaz y Cristo Casas, Las Que Faltaban, Tras Con Tras, Triquikonas... "Empecé vendiendo cancioneros, como marcaba la tradición". Fuera del Carnaval, ha hecho historia en la canción con Soul Sanet.

Para 2018, deja Triqui y ficha por Trabas, a la que agradece su confianza y apoyo, y se dedicará a la infantil Rebeldes.

¿Dónde ha pasado sus mejores años murgueros?

En Triqui-Traques, porque fue donde viví más años (desde 1995 y en una segunda etapa desde 2014). Esta vez me voy con un pesar, aunque me invitaron a quedarme. Es como si mi mujer me deja y me dice que siga viviendo allí, sabiendo yo que se acuesta con otro en mi casa.

¿Por qué ficha por Trabas?

Cuando se enteraron de mi marcha en Trabas, David Padilla y José María Tejera llamaron al presidente y le dijeron que no dejara pasar la oportunidad de incorporarme y llamaron. Tienen una idea muy bonita, porque es una murga que está creciendo y yo no me lo puedo perder. Vamos a trabajar en equipo. Estoy con personas que saben de murga, que se dejan asesorar y les gusta aprender. Estoy superfeliz después de un mes intenso.

¿Y Rebeldes?

Rebeldes este año quiere volver a ser la murga que era y se está haciendo un equipito muy bueno. Estoy rodeado de lo mejor.

¿Cobra?

Por supuesto. Yo cobro para gastos, no para vivir. No puedo ofrecer mi trabajo y encima sacar dinero de mi casa. No soy un avaro de las murgas. Me gusta mi trabajo y que me apoyen; estoy parado; Pero no abuso.

¿Separaría el concurso por sexos?

He trabajado con murgas femeninas, hasta que decidí dejarlas por algunas situaciones que se viven entre ellas. También dejé a los niños, pero Rebeldes es una murga infantil diferente. Al igual que hay fútbol femenino, es hora de que tengan más oportunidad con un concurso propio con más opciones a tres premios de Interpretación. Es un tema delicado.

¿Sale a ganar o va a participar?

Salgo a ganar, por eso me fui de Triqui-Traques, porque para ganar hay que trabajar y no vivir del cuento. Necesitas una murga que vaya a ensayar en la que todos tengan la misma ilusión por un premio, como lo ha hecho Zeta-Zetas y como lo están haciendo Desbocados o Trabas. Estoy en Trabas porque sé lo que voy a hacer en 2018 y hay murga para lograr lo que pretenden, tienen ilusión y confianza. Donde estaba me quitaron la ilusión.