"En general, el edificio se encuentra más dañado de lo previsible; carece, en general, de una falta de mantenimiento que se ha prolongado durante un largo periodo de tiempo, generando patologías de diversa índole y situando a sus moradores en una situación de insalubridad y de riesgo evidente". Estas son algunas de las consideraciones que recoge el informe que elaboró la Gerencia de Urbanismo en 2014 -mandato CC-PSOE- sobre el estado de la vivienda que ocupa Rosa Velasco, vecina del barrio de Uruguay que será desahuciada, si no hay cambios de última hora, el lunes. Los dos primeros intentos fueron suspendidos.

Por ejemplo, sobre la planta sótano, el documento al que ha tenido acceso este periódico y que fue aportado al juzgado que lleva el caso, determina que la casa "muestra patologías en la estructura y cerramientos derivadas de una evidente falta de mantenimiento".

"Las armaduras de algunas vigas muestran un estado avanzado de corrosión, observando que en algunos casos han perdido su sección separándose del hormigón, mientras que en otros casos las grietas existentes anuncian un proceso de corrosión interno acelerado y un desprendimiento de su revestimiento en breve", añade el informe.

No obstante, los daños más graves y preocupantes se detectan en la planta baja, fundamentalmente en los forjados. Dichas patologías consisten en la pérdida de recubrimiento, con la consiguiente corrosión de la armadura, "presumiblemente motivado por los defectos de la impermeabilización de la cubierta y terrazas".

Con respecto a la planta primera, el informe recoge que, por su estado, se considera que la vivienda de la calle Gil Roldán no se ha habitado durante un largo periodo de tiempo, pues muestra un estado de abandono "total". "Se evidencian daños estructurales importantes como puede ser el techo de la escalera, que se encuentra apuntalado y muestra unas grietas y un abombamiento preocupantes", subraya.

Precisamente, el informe de la Gerencia hace hincapié en lo "caótico" del apuntalamiento existente, cuyo apoyo ofrece "serias dudas" de su seguridad.

La planta cubierta y sobrecubierta es la que presenta los daños más leves de toda la vivienda.

Según consta en el documento elaborado por los técnicos de Urbanismo, la rehabilitación del inmueble que ocupan Rosa Velasco y dos de sus hijas costaría algo más de 178.000 euros, mientras que la construcción de un nuevo inmueble alcanzaría los 274.000.

El coste de la reparación, que supera el 50% de una construcción nueva, y las deficiencias detectadas en la inspección son los motivos que llevaron a los técnicos de Urbanismo a declarar la vivienda como ruina urbanística.