No es la primera vez que ocurre, y de ahí que la preocupación vaya en aumento. Vecinos de Afur, en pleno Macizo de Anaga, denuncian el incremento de lo que consideran como actos de santería en el barranco.

Con el misterio que siempre rodea estos asuntos, los residente en el caserío alertan de que estas prácticas se llevan realizando desde hace más de un año en las zonas conocidas como El Cubo y la Mejoranilla.

De hecho, en febrero de este año, agentes de la Unidad de Montes de la capital sorprendieron, tras una llamada de vecinos, a varias mujeres decapitando gallinas.

Es más, durante los últimos días han aparecido en varios charcos del barranco plumas de estos animales, prendas como bragas y sujetadores y un objeto blanco que los residentes en la zona no han podido identificar.

Y es este último aspecto el que más les preocupa, pues temen que este producto pueda ser contaminante. "Es algo blanco, como una piedra, que no se disuelve, pero que nunca se ha llevado a analizar", relata uno de los vecinos del caserío, que remarca que el agua del barranco se utiliza aquí para regar los cultivos. "Aquí vivimos de la agricultura", enfatiza.

La preocupación de los residentes ha ido aumentando con el paso del tiempo tras las explicaciones recibidas por parte de las autoridades. "La Policía nos ha dicho que la santería es legal, siempre y cuando no se produzca maltrato animal y no se viertan residuos al barranco", explica. Aspecto que confirman también desde la propia Unidad de Montes. También que se puedan introducir en zonas de exclusión del Macizo.

Por eso, los afectados insisten en que se sienten "indefensos" ante esta situación. "Nosotros llamamos cuando podemos, pero quienes tienen que denunciarlos son ellos", aseveran, en referencia a los cuerpos de seguridad.

Los vecinos relatan que, normalmente, estas personas llegan en coches, cargados con bolsas de supermercado, "o sea que no van de excursión", y luego acuden al barranco. Eso sí, suelen dejar a alguien en el vehículo para que "vigile". Estos días también se han detectado prácticas similares en otros municipios.