La frase más escuchada ayer en el inicio del juicio oral del Caso Siliuto fue "han pasado 15 años. No me acuerdo". Con matices, la pronunciaron los tres acusados y los cuatro testigos que declararon (hoy habrá más testificales con, entre otros, el exconcejal de Hacienda, Guillermo Núñez). El fiscal, Jonay Socas, y el letrado de la acusación popular de IUC, José Pérez Ventura, se cansaron de preguntar sin obtener respuesta: "¿Quién tomó la decisión política de comprar el inmueble?... Silencio, confesión de ignorancia y los recurrentes "informes, técnicos, jurídicos y económicos favorables".

Nadie supo responder a esta cuestión clave -ni siquiera se aclaró si hubo negociación- en un caso que se mueve sobre dos "patas". Por un lado, la compra para sede de la Casa de la Juventud del edificio de número 12 de la calle San Antonio en El Toscal -en adelante Casa Siliuto para abreviar- por el doble de la cantidad tasada por la arquitecta municipal Berta Álvarez -332.496 euros frente a los 612.700 que calculó el profesional contratado por la propiedad- y desestimando también la tasación externa, aunque municipal, de la empresa Tinsa, por 705.986.

La otra "sombra" sobre la operación, que refrendó por unanimidad el Consejo Rector de la Gerencia de Urbanismo el 3 de septiembre de 2002, fue el hipotético pacto -no reconocido- de que el consistorio pagara la plusvalía cuando la ley establece que el impuesto debía afrontarlo el vendedor: los hermanos Siliuto.

Norberto Plasencia, defendido por Rafael Sancho, apeló a "los informes técnicos y jurídicos" como avales de lo que votó y firmó, incluida la escritura de compra.

Víctor Reyes solo contestó a preguntas del fiscal y de su abogado, Ladislao Díaz, con el que protagonizó un diálogo para defender sus tesis con conocimiento de la ley, del urbanismo y de la Gerencia. Fueron muchos años allí.

Por último, Manuel Parejo solo respondió a su abogado, Francisco Andújar, y en varias ocasiones apeló al consabido "no me acuerdo".

Francisco Alonso Siliuto, venededor del inmueble junto a su hermana, fue el primer testigo. Insistió en que no se reunió con nadie, recordó cómo en la propia notaría no aceptó que la plusvalía de 11.000 euros la pagaran ellos, como acordó el Consejo, sino que el ayuntamiento debía correr con esos gastos como establecía el pacto. Siliuto, convaleciente de una reciente operación, se emocionó al recordar la casa en la que nació y recalcó que las muchas instancias en todo este proceso, las elaboró él mismo, de la cual hoy se asombra "como de los textos de los guiones de las películas" que elabora este gran aficionado al cine amateur. También declaró que en 1999 el ayuntamiento había rechazado comprar el inmueble, pero de repente en 2002 hubo un cambio de criterio, le pidieron que remitiera su tasación y luego supo de la compra por EL DÍA.

José Tomás Martín, exgerente de Urbanismo, valoró que el expediente contaba con informes favorables y fue aprobado de manera unánime en el consejo.

José Luis Roca, quien fuera interventor delegado de Urbanismo, informó favorablemente en 2005 a que el ayuntamiento pagara la plusvalía porque no se había percatado de que había una discrepancia entre el acuerdo del Consejo y la escritura notarial. Tras serle advertido, elaboró otro informe.

"No hubo discrepancias, el apoyo fue unánime", explicó el entonces y ahora concejal Dámaso Aretaga, miembro del consejo en diciembre de 2002. Arteaga defendió que la propuesta de resolución sobre el expediente establecía que el precio era adecuado según el secretario (Víctor Reyes) y contaba con el informe favorable de la Intervención.

Dos actores a destacar. Por un lado, el incisivo fiscal Jonay Socas, con una táctica interrogatoria que abría en cada turno con pregunta referida a la formación académica del compareciente.

Por otra parte, la jueza, Esmeralda Casado. Mandó, templó y llevó la vista con personalidad. Reformuló preguntas, reprochó a los letrados e incluso le dijo al testigo Dámaso Arteaga "no conteste a esta pregunta". No dudó en pedirle a Pérez Ventura que bajara el tono porque "esto no es un pleno".