¿Por qué deja la dirección?

Desde que supe que iba a ser padre sabía que lo iba a tener complicado para continuar en la dirección. Soy muy exigente conmigo y si veo que no puedo estar al cien por cien... Así lo dije.

Sorprende que vuelva Domi.

Sabíamos que Domi quería volver a entrar en la murga como componente para 2018. Cuando comuniqué a la directiva lo mío, decidimos apostar por su regreso a la dirección. No vimos otra opción. Traerte otra persona de fuera es jugártela a la aventura.

Dicen que usted pasa a fila...

Lo voy a intentar. He cambiado el panorama laboral y no sé cómo va a caminar la cosa.

¿Se va con algún desconsuelo?

Tengo la sensación de que lo he dado todo y de que me faltó algo más. Me hubiera gustado continuar, pero hay prioridades.

¿Avanzó la murga con usted?

La idea era mantener la línea y se siguió apostando por la innovación. En cuatro años hacemos un balance positivo: 3º de Interpretación y 2º de Presentación en Santa Cruz, aparte de dos primeros en el Norte. ¿La espina? No pasar a la final de Santa Cruz 2016. Trapaseros va a estar dando el callo en 2018.

¿Hay decadencia en estos cuatro años en el Norte?

Hemos visto lo bueno y lo malo. Ha habido un avance en la organización de La Orotava y Los Realejos, y un retroceso enorme este año en Icod. Respecto a los grupos hemos ido para detrás, porque hemos ido menguando.

¿El objetivo es seguir en dos concursos o solo en Santa Cruz?

Para Trapaseros concursar en Santa Cruz es un sueño. Ojalá pudiéramos conseguir esa plaza fija. Pero evidentemente el Norte es nuestro concurso y hay que seguir apostando por él. La murga es ambiciosa, y a gran parte de la murga le gusta Santa Cruz. Es jugar la Champion. La murga seguirá trabajando y apostando para hacer realidad ese sueño.