Escepticismo e incredulidad. Son los sentimientos de los vecinos de la gran manzana que abarca el tradicional "barrio de las Flores", luego Miraflores, ante el anuncio por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de un proyecto de rehabilitación con "freno y marcha atrás" ante las dudas mostradas desde la Gerencia de Urbanismo. Junto a la calle de este sugerente nombre y las de Puerta Canseco, Carmen Monteverde o Juan Padrón. El Cabildo, a través de un informe del área de Patrimonio, pone en valor patrimonial seis inmuebles de la zona. A los residentes "nos parece muy bien, pero una cosa es el deseo y otra la realidad". Se plantean varias preguntas: "Qué, cómo y cuándo van a rehabilitar aquí con interiores de esas casas completamente en ruinas o edificios nuevos justo en medio de otros a conservar. Intuimos que eso tendría un coste elevadísimo".

EL DÍA recorrió este rectángulo de la trama urbana entre fachadas de peculiar estética, el esbozo de la ruina, síntomas de abandono y reminiscencias -alguna silla en la puerta- de tiempos en los que varones jóvenes, y no tan jóvenes, llegaban de toda la isla a lo alrededores.

Los números 28 y 38 de Miraflores; el 23, 27 y 29 (no el 21 de Juan Padrón como aparece en ese catálogo al estar rotulado en las dos calles) de Puerta Canseco y el 25 de Juan Padrón. Son las construcciones a catalogar que este periódico recorrió con quienes viven allí. La fuentes vecinales no entran en el valor histórico o artístico de los inmuebles para ser conservados, pero sí se preguntan: "¿Quién pondrá el dinero, mucho, que hará falta. Porque quizás quieran condenarnos a vivir entre estas casas hasta que se caigan".

Basta una ruta para comprobar el mal estado de las fachadas o, como en el caso de los números 23 y 27 de Puerta Canseco, que el del medio, el 25, es un edificio nuevo retranqueado con respecto a la acera. Justo entre uno y otro. En cuanto al 38 de Miraflores es "poco más que un almacén para la obra de enfrente" y el 29 de Puerta Canseco, "ya fue objeto del vaciado del interior e incluso se puso un cartel anunciador de viviendas de alto "standing" que retiraron hace dos años probablemente por la indefinición del planeamiento urbanístico futuro, incluida la suspensión del PGO".

La prueba definitiva es la perspectiva aérea de lo que se esconde entre unos inmuebles y otros: "Muros derribados o a punto de caer, auténticas escombreras que hacen muy complicada otra cosa que no sea el derribo. Por eso nos preguntamos qué, cómo y cuándo se va a hacer en Miraflores".