"En la última Comisión de Control dije que sería antes del final del mandato y podría afinar más con el próximo verano, pero no quiero dar una fecha concreta porque luego, si no se cumple, pasa lo que pasa. El gerente se ha reincorporado y está dedicado a los pliegos para sacar el concurso. Reitero que como media se aplicará al 50% de los demandantes porque hay diferentes casuísticas". Lo manifiesta el concejal de Atención Social del Ayuntamiento de Santa Cruz, Óscar García, respecto al bono o tarjeta de alimentos. Desvela que "en lo que va de año hemos gestionado y entregado desde el IMAS 10.322 PEAS para alimentos. Atendemos a 12.000 familias con 36 entidades de reparto".

García recordó: "Desde 2013 existe un convenio con una gran superficie para una compra por valor de cien euros sin incluir frescos. La mantendremos por los mayores y quienes quieren que se la lleven al domicilio o aquellas con problemática especial como los celíacos. Calculamos cubrir un 50% de la demanda con el bono y otra 50% con la compra".

El edil reconoce que "si estuviera en mi mano hubiera sacado ya la tarjeta de alimentos porque mejora cualitativamente al completar donde no llega el supermercado. En la proximidad, en la flexibilidad en el tiempo y en incorporar el producto fresco. Ha sido una cuestión técnica, no hay más".

Valoró para acabar "lo hecho: ayuda a domicilio, convenios con el Tercer Sector o servicios de Menores en Anaga (nuevo), Ofra y el Suroeste. Y un largo etcétera".

Elena Mateo, concejala del PSOE, ha sido muy activa en este asunto. Asegura: "Presentamos una enmienda en el presupuesto de 2018 para incluir una partida que financie el bono. Esto, tras dos años en los que Óscar García ha dado largas. Tenemos la impresión de que no hay voluntad política para sacarlo adelante".

Mateo añade: "El bono de alimentos implica un cambio en el modelo. La Atención Social está dirigida a procurar solventar las necesidades básicas de la ciudadanía que las demanda sin sobrecargar recursos de entidades que colaboran con este ayuntamiento".

"Adquirir productos para cubrir necesidades básicas -añade- debe convertirse en un mecanismo normalizador y socializador. Los beneficiarios de las ayudas irían al establecimiento a comprar alimentos o productos de higiene personal sin esperar a que se los den".

"El bono de alimentos otorga una mayor autonomía y dignidad a los usuarios. Los empodera", concluye Elena Mateo.

Dos años "de bono"

Marzo 2015: El PSOE, que llevaba Atención Social, anuncia la medida del bono.

Octubre 2015: El Pleno aprueba por unanimidad el bono "a la mayor brevedad posible". Una semana antes, el concejal Oscar García planteaba el primer trimestre de 2016.

Febrero 2016: El concejal declara que La Caixa será la entidad financiera encargada a través de un tarjeta recargable.

Marzo 2016: Pregunta del PSOE en Comisión de Control: "¿Qué ha pasado con el bono que no se ha puesto en marcha?".

Mayo 2016: Cita de García con colectivos y la oposición; promete sacarlo antes del verano.

Febrero 2017: El PSOE pregunta en Comisión de Control y junto con SSP e IU lleva a Pleno una moción sobre el reparto; un acuerdo es activar el bono.

Agosto 2017: García declara que será realidad en 2018.

Octubre 2017: Comparecencia en Comisión de Control para conocer los avances, pero "parece que no los hay".