"Hay que innovar. Todo lo que sea mejorar la motivación de los alumnos, bienvenido sea". La afirmación la realiza Eloísa Travesa, maestra de Inglés y jefa de Estudios del colegio de Infantil y Primaria (CEIP) Miguel Pintor de la capital.

Ella es la impulsora de un proyecto educativo que persigue que los alumnos de segundo a sexto de Primaria del centro ubicado a la entrada del barrio de La Alegría mejoren sus competencias lingüísticas en la lengua de Shakespeare. Y la iniciativa va dando sus resultados.

Por partes. El proyecto consiste en establecer una relación con un colegio inglés, en el que lo que se intenta es todo lo contrario: que sus alumnos aprendan español. El elegido en esta ocasión es el St. Gerard''s School, un centro docente en el que la encargada de impartir la asignatura de español es la maestra sevillana Ana Lavado, también con experiencia en este tipo de proyectos.

EL DÍA asistió esta semana a una de las clases, en este caso de los dos cursos de sexto de Primaria del centro tinerfeño. Sirviéndose de un ordenador portátil, y con Skype como herramienta de conexión, alumnos de ambos centros docentes intercambiaron preguntas básicas durante una hora.

Con las dificultades propias del retardo -y ciertos nervios en algunos casos-, los chicos de uno y otro centro fueron conociendo aspectos personales como el color favorito o la tenencia o no de mascota.

Preguntas y respuestas aparentemente sencillas pero adaptadas al nivel de inglés del colegio británico, que se sumó este año por primera vez a la iniciativa. De ahí que alguno, con cierta lógica, confundiera aún el género de algunas palabras.

"Se mejora la pronunciación al escuchar a ingleses nativos, se aprende vocabulario, se pierde el miedo a hablar delante de la gente y, sobre todo, se dispara la motivación", asegura Eloísa Travesa, que ya tiene experiencia en esta fórmula de aprendizaje. "Preguntan desde varios días antes cuándo nos vamos a conectar. Tienen muchas expectativas", subraya. El objetivo es poder hacer una conexión cada mes o, como mucho, cada dos.

No obstante, el trabajo no queda aquí. Sirviéndose también de otras redes sociales como Twitter o Facebook, los alumnos de ambos colegios van intercambiando experiencias escritas sobre cuestiones que se desarrollen en sus respectivos centros docentes.

Y a ello se suma una iniciativa tan antigua como eficaz: el envío de cartas. Cada alumno del CEIP Miguel Pintor tiene a un compañero al que dirigirse en el St. Gerard''s School con el que intercambiará misivas. Una manera más de mejorar la lectura y la expresión escrita. Y de hacer amigos.

La idea del colegio es que los alumnos de sexto culminen el ciclo de Primaria con un viaje de fin de curso que los lleve a conocer a sus compañeros ingleses. Ya se trabaja en ello. Y la intención en el futuro es que, en años alternos, el viaje sea a la inversa, es decir, de Inglaterra a España.