"Estoy indignada con la poca responsabilidad de los padres respecto a sus hijos. No vamos a dejar de hacerlo pero pedimos más colaboración". Así se expresaba una de las voluntarias que cumple ahora un mes de tarea a primeras horas de la mañana y de la tarde para ayudar a los alumnos del CEIP García Escámez a cruzar la peligrosa Carretera General de El Rosario. Afínales de octubre fueron atropellados allí cuando iban a clase los hermanos Dereck y Evan.

Carmen Fuentes, la carismática África, presidenta de la Asociación Sociocultural del barrio del Distrito Ofra-Costa Sur opina: "Quiero destacar la labor de las personas que sin ánimo de lucro dan su tiempo a los demás. Hay que valorar lo que hacen, apoyarlas y colaborar con ellas. Es lo menos que se puede pedir". En este sentido, "doy las gracias al Ayuntamiento de Santa Cruz -valora- por su colaboración a través de su concejala de Seguridad y Policía Local, Zaida González".

Durante estos días voluntarios y agentes de la Policía Local han colaborado de manera eficaz -pese a que la capital tinerfeña no tiene un protocolo definido sobre este modelo, al contrario que La Laguna- a primera hora de la mañana, durante la entrada de los niños, y a la salida, sobre las dos o dos y media de la tarde. Se les puede ver con sus señales y los característicos chalecos reflectantes de color amarillo.

Los voluntarios, entre quince y veinte, recibieron una formación exprés de dos policías en la sede vecinal antes de controlar el tráfico a los menores en los pasos de peatones que se encuentran hasta llegar al colegio. Realizaron antes prácticas en la carretera y vías interiores del barrio.

Pero, explica África, "nos hemos percatado de que muchos niños acuden solos al colegio y son los voluntarios quienes los cruzan. Y ellos también tienen que incorporarse a las actividades habituales y solidarias de la asociación, más en estas fechas navideñas".

"Puestos en contacto con la comunidad educativa -señala- para que los padres se incorporen a la labor, nos comentan que el argumento es que no tienen ninguna obligación al respecto".

La dirigente vecinal concluye: "No queremos dejar de prestar ayuda y destaco la labor de los voluntarios, pero si se incorporaran algunos padres aliviarían el trabajo de quienes lo desarrollan ahora. Les pido desde aquí que despierten y colaboren porque son sus hijos y su responsabilidad".