El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, asegura que las concentraciones de ácido sulfhídrico en la EBAR de Cabo Llanos y la EDAR de Buenos Aires están "siempre" por debajo de los límites permitidos por la ley.

Así figura en una respuesta remitida al grupo municipal Sí se Puede. En ella, el edil detalla que es Emmasa, como empresa certificada por la ISO 14001, la que realiza los programas de vigilancia ambiental de ambas instalaciones.

Según indica Arteaga, las mediciones de emisiones se realizan con frecuencia trimestral por una empresa especializada en mediciones de contaminación atmosférica.

El ácido sulfhídrico es un gas más pesado que el aire, inflamable, incoloro, tóxico y odorífero. Su olor es el de materia orgánica en descomposición, como de huevos podridos.