Alfonso Cabello es concejal de Promoción Económica de la capital y, además, es secretario de Organización de Coalición Canaria (CC) en Santa Cruz. Se confiesa un hombre de José Manuel Bermúdez, del que valora su ilusión y dedicación a la ciudad. "Nos lleva a todos con la lengua fuera", asegura. También se "moja" en asuntos importantes como Las Teresitas: "Un hotel en primera línea de playa está descartado".

¿A qué aspira Alfonso Cabello con Las Teresitas?

A tener una playa de verdad para los ciudadanos. Estamos obsesionados con que una playa turística es una playa que tenga hoteles. ¡Olvídate! Ahora mismo, la tendencia y la realidad es que es el tercer punto más fotografiado de Tenerife. Con todas las carencias que tiene. La playa necesita unos servicios normales. Este verano vamos a tener una playa un poquito mejor. La época de los proyectos faraónicos ha quedado desfasada. No vendemos el sol y playa tradicional que se vende en Tenerife. Vendemos un concepto urbano. Aquel proyecto ya no tiene sentido.

El nuevo plan especial contempla en el mismo entorno un edificio de aparcamiento similar el que se derribó.

Nunca se explicó. Se convirtió en un ariete con el que arremeter contra una etapa, cuyo desgaste se vino a visualizar en ese proyecto. Fue un símbolo para un montón de cosas. Paradójicamente, el plan especial contempla una solución parecida. Las Teresitas tiene falta de aparcamientos y no se puede crecer por ningún lado.

Hay quienes plantean el Infobox.

Están los dos barrancos por medio; tiene complejidades; sube la rasante de la carretera... Es evitar el aparcamiento a cualquier precio, porque sí. Lo que hay que hacer es hacerlo participado. Que se aporten las soluciones constructivas y ver cómo se plantea que quede terminado. Como está la zona a día de hoy es malo, tanto para la playa como para el pueblo. La inacción no es buena. No podemos seguir hablando del proyecto de Las Teresitas otros 20 años más.

¿Comparte la esencia de ese plan especial que rechaza la oposición?

Sí. Comparto que lo que se haga para Las Teresitas sea dar aparcamiento, saneamiento, mejor iluminación... La playa tiene que ser más agradable para el que viene a verla. No entendería un proyecto con un concepto más turístico agresivo, más comercial.

Habla de una renuncia total al proyecto de Perrault, símbolo de CC. Incluso rechaza los hoteles.

En primera línea de playa. En el modelo actual turístico está descartado. El concepto actual es una playa vinculada a un pueblo, a una ciudad y a una Reserva de la Biosfera. No tendría sentido que pusiéramos un cinco estrellas en primera línea de playa.

Pero es partidario de que la parcela hotelera se construya...

Sí. Para comercializar turísticamente la ciudad hay que tener recursos. En el Parque Rural de Anaga no hay sitios en los que quepan establecimientos hoteleros tradicionales. Esa parece ser la última puerta antes de entrar a Anaga donde nos permita generar un hotel, de 4-5 estrellas, y que escasamente supere la altura de la montaña. Sería bueno para San Andrés, para Anaga y para Las Teresitas. Lo otro es condenar el desarrollo turístico a un modelo poco intensivo en empleo. Debemos ser conscientes de que tenemos que tener un pueblo, una playa y una Anaga para vivir, pero también que nos den de comer.

¿Es un fracaso político de los sucesivos gobiernos que muchos vecinos sigan pensando que Santa Cruz es el centro?

No creo que sea tanto un concepto de desidia del ayuntamiento, como un cierto orgullo de pertenencia. A la gente de San Andrés le gusta pensar que es un pueblo. Hablan de PBC, pueblos, barrios y caseríos. Para mí no tiene que ser una connotación negativa, siempre y cuando se den los servicios que se tienen que dar. Y en eso sí se ha fallado en algunos casos. Es decir, que lo que sí me molesta es que a gente de San Andrés le cueste ir a Santa Cruz a trabajar, o al médico.

O sea, que se apostó por lo grande y se olvidó lo esencial.

Hubo una época en las ciudades en la que todos querían tener un monumento a Calatrava, por proyectos importantes. Estoy más en la idea de proyectos más pequeños, pero que sean muchos, descentralizados. Hubo una época en la que muchos barrios de Santa Cruz fueron subsidiados, es decir, no se les mantenía con un nivel de inversión continuo, contante y en revisión como tenemos ahora.

Pero es un cambio de política.

Lo es, fruto de una manera de ver las cosas y fruto de que el mundo es otro. De la necesidad. Entiendo que en un contexto económico muy expansivo se planteen cosas, pero ahora hay que mantener una presión de inversión similar en todos los barrios y tratar de que se generen oportunidades. Una etapa de política pragmática.

¿Un intento de recuperar a quien se perdió?

Para tratarlo. Hubo un momento en el que nos obsesionamos. Una etapa en la que se produjo (2007-2008, último periodo de Miguel Zerolo) una cierta desaceleración en el ayuntamiento. Se cayó en una etapa en la que no había tensión por avanzar. Faltó ese punto de presión continua en muchos frentes para que todo avanzara. Cuando entró José Bermúdez se produjo un cambio.

O sea, que el culpable fue Zerolo.

No. Hubo una combinación de factores compleja: la mayor crisis y un ayuntamiento con temas enquistados. Bajó el nivel de productividad.

¿Pasotismo?

Más bien estar centrado en temas muy enconados que no aportan nada real a la ciudad (...) Hay que tomar decisiones, pero no salvar las cosas a cualquier precio. Hay que saber renunciar si te equivocaste. Y si un proyecto es inviable, igual. Hay que ser capaces de reconocer los errores. Entiendo que en mi partido no pueda sonar bien, pero con la entrada de José Bermúdez se produjo una vuelta de calcetín. Todo el mundo se activó. De aquí para adelante... Estoy muy ilusionado. Se empiezan a ver indicadores reales de recuperación económica y, sobre todo, hay muchos proyectos para los próximos años (...) No se puede estar continuamente hablando del pasado. La ciudad necesita avanzar.

José Manuel Bermúdez afrontará su tercer mandato. ¿Debería ser el último?

Lo tendrá que decir él. Ahora mismo está muy ilusionado, porque le tocó vivir un primer mandato con el agua al cuello. Lo óptimo son ocho o diez años, pero ha sufrido la etapa más dura de la administración pública en democracia. Tiene recorrido y proyectos sobre la mesa suficientes. Y me sorprende el nivel de dedicación que tiene a la ciudad. Nos lleva a todos con la lengua fuera. Y eso es vital para la ciudad.

Pero esto debería ser una obligación, no un valor.

Sí, pero cuando tú vas a trabajar desmotivado eres menos productivo. Es importante tener a un alcalde que está ilusionado con el proyecto: eso se nota y se traslada al equipo.

O sea, que en términos deportivos, está tirando del equipo.

Exacto. Lo está espoleando. Hace una mezcla entrenador y capitán.

¿Tal vez poniéndoles a prueba para la futura lista electoral?

Siguiendo con símil: él tiene que hacer de seleccionador. Tiene que hacer por que el equipo esté rindiendo al máximo para quienes quieran estar en la convocatoria. Lo bueno es que hay un grupo grande. Se ha ido produciendo una renovación en los órganos del partido y hay cuadro, no solo de concejales, sino de equipo.

¿Alfonso Cabello tiene ventaja para seguir en el equipo por ser juez y parte? Parece uno de los fijos en esa lista.

No lo tengo claro. Eso le toca decidirlo al alcalde. Queda bastante. Lo razonable en esto es que sea lo más tarde posible para tener a todo el mundo rindiendo. He dicho varias veces que pese a estar en CC soy un hombre de Bermúdez y estaré donde él crea que debo estar. Esto es muy duro. Hay que tener muchas ganas y estar muy motivado.

Es decir, que el puesto está caro.

Me imagino que sí. Al final estamos hablando de la capital de la provincia. La percepción que tengo es que podemos mejorar los resultados de las últimas elecciones. Tenemos un buen candidato. ¿Estar en la lista? Claro que será complicado. Hay bastante gente con opciones.

El rumor que circula en la calle es que el alcalde no agote el siguiente mandato, por aquello de la renovación.

Vamos a asistir en 2019 a unas elecciones totalmente diferentes a las que ha habido hasta ahora (...) José Manuel Bermúdez está centrado en una idea y en un proyecto que es este. Vamos a ir abordando paso a paso. Pero es verdad que es un activo de Coalición Canaria en Canarias. El índice de conocimiento y valoración que tiene no lo iguala nadie, o tal vez solo Fernando Clavijo. Cuadra en cualquier lista. Dependerá de cómo estén los proyectos, y del momento. Lo único claro es que tiene un compromiso con Santa Cruz en junio de 2019. Y, a partir de ahí, seguir construyendo.

Parece evidente, por los indicadores económicos, que Santa Cruz ha experimentado un crecimiento en los últimos años, pero no pierde el sambenito de que es una ciudad muerta. ¿Es un fracaso?

Cambiar las ideas preconcebidas cuesta. Pero yo cada vez encuentro más gente que me dice que hay muchas cosas en la calle. El objetivo es que toda la gente lo sepa. Por eso tenemos que hacer un esfuerzo no solo porque las haya, sino por visualizarlas. Hace unos años se produjo una combinación de factores que hicieron que la ciudad se adormeciera, tanto desde el punto de vista de la dinamización como de la ejecución de obras. Y eso se huele. Estaría preocupado si lo estuviera petando, por ejemplo, el Cuadrilátero de La Laguna. El concepto de ocio ha cambiado con respecto a hace diez o quince años. En verano vamos a tener unos festivales muy grandes que van a terminar a las 23:00 horas. Lo que nos falta es una última hora. Esa parte de discoteca hasta las cinco o seis de la mañana. Pero eso no me obsesiona.

¿Cuál es la apuesta entonces?

Que haya un nivel de actividad constante. Ahora mismo cuesta encontrar fines de semana de aquí a fin de año en los que no tengamos jaleo.

¿No se debería buscar más la calidad y no tanto por la cantidad?

¿Qué es la calidad? Estoy en una búsqueda continua de mejores cosas que en la calle. La apuesta de Santa Cruz en dinamización tiene que ir de la mano de la cultura, de la puesta en valor de la historia y del patrimonio. Estoy convencido. Pero es cambiar todo un concepto. En Plenilunio de abril, por ejemplo, vamos a hacer una apuesta muy fuerte por el entorno del Castillo Negro. Algo cercano al Festival de Cuentos de Los Silos. Eso sí, la cantidad también es importante. Sin llegar a prostituir la situación.

Se lo comento por las críticas que han surgido con el Carnaval de Día. Las familias están buscando otras alternativas.

Bueno, es como morir de éxito. El día se ha comido un poquito a la noche anterior. Seguro que Fiestas trabaja en ello para hacer más atractiva la noche.