Vecinos de la calle Fermín Morín denunciaron ayer el problema de inseguridad, suciedad y de plagas existente al final de la calle, en un solar en el que existía antiguamente un almacén del que solo queda parte de su fachada, ya que todo el interior está derruido y abierto al paso. En este caso, se trata de un punto del callejero de la zona paralela a la avenida Islas Canarias que ya ha generado problemas con anterioridad, apuntan los vecinos, por lo que piden al ayuntamiento que tome cartas en el asuntos.

En este caso, fuentes de la corporación señalaron no tener incidencias en cuanto a seguridad se refiere, mientras que el área de Medio Ambiente explicó que se trata de un solar privado y son los propietarios los que lo deben mantener limpio.

Los denunciantes advierten de que se trata de una zona en donde la venta de droga es habitual, así como un enclave en donde el depósito de escombros, basuras y enseres está completamente normalizado. Se da la circunstancia, además, que como el interior está completamente abierto, existe una senda de unos 15 metros que conecta el final de la calle Fermín Morín con el callejón José Plácido Sansón, que está justamente debajo y detrás del gimnasio de la avenida Islas Canarias.

Aún reconociendo que se trata de un atajo por el que los vecinos transitan habitualmente, llaman la atención precisamente por la gente que habitualmente permanecen en su interior, aprovechando los rincones y unos colchones que hay allí.

"Todos sabemos para qué los quieren, pero lógicamente se trata de una cuestión de seguridad o por lo menos la sensación. No podemos estar ajenos a esto. Lo mejor que debería pasar es que lo tumben todo y hagan un parquito infantil para dotar a la zona de un espacio distinto", apuntó una de las vecinas consultadas.

En esa línea se manifestaron varios de los residentes que quieren una solución a sus demandas. Se quejan de que "aquí hay ratas y es un foco de bichos que campan a sus anchas sin que podamos hacer nada".

Esa afirmación es una de las más extendidas, según los afectados, que añaden que es habitual ver a los roedores y cucarachas salir del solar "y al final nos afectan a los edificios Teide y la urbanización Gabe, dando por sentado que en las casas de la calle José Plácido Sansón también pasa lo mismo".

Pero los insectos y la denuncia sobre roedores en la zona de la avenida Islas Canarias tienen un origen, explicaron. Sobre ello llaman la atención de que es normal que incívicos y desaprensivos dejen sus basuras y escombros y resto de poda en su interior.

En cualquier caso, hay que destacar que los vecinos reclaman la intervención del ayuntamiento para "adecentar el interior, desratizar y desinsectar o incluso, tapiarlo", aunque reconocen que con el paso de los años se ha convertido en un acceso para llegar a la farmacia de la avenida Islas Canarias.