"Que el Ayuntamiento de Santa Cruz intervenga de urgencia y que inste al Cabildo de Tenerife para rescatar y evacuar el patrimonio mobiliario de la ermita de San Gonzalo de la Hacienda de Las Palmas de Anaga, en especial las pinturas y tallas religiosas". Esa es la desesperada solicitud que asociaciones y colectivos vecinales del Anaga realizarán en los próximos días al consistorio de la capital, después de que, hace unos días, varios senderistas alertaran del "lamentable" estado en el que se encuentran tanto la citada la iglesia como la hacienda en la que se encuentra.

En el escrito que remitirán al ayuntamiento, los colectivos del Macizo advierten de que la cubierta del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con Categoría de Monumento, en mayo de 2014, presenta "un grave peligro de derrumbe", pues está llena de grandes huecos por los que se cuela el agua de la lluvia.

A este problema, que afecta a la estructura del edificio, hay que añadir el deterioro de los objetos y el mobiliario que se encuentran dentro del citado templo. Entre estos elementos de valor histórico, artístico y cultural se halla un cuadro de la Virgen de Candelaria (posiblemente de finales del siglo XVIII o principios de siglo XIX).

En la actualidad, y según aseguran los colectivos de Anaga en su escrito, esta pintura está deteriorada a causa del agua que baja por el propio cuadro y que ha causado y está causando "graves daños a la pintura con peligro de que sean irreparables".

Del mismo modo, continúan las asociaciones, existen varias tallas de mucha antigüedad, posiblemente del siglo XVII (fecha de la construcción de la Hacienda). Son las de San Gonzalo y una replica en miniatura del Cristo de Tacoronte. En este caso, los colectivos no aseguran que estas dos tallas permanezcan aún en la ermita pues, según denuncian, el templo ha sido objeto de "saqueos", con la desaparición de parte de su artesonado.

La Hacienda de Las Palmas de Anaga constituye un magnífico ejemplo de arquitectura rural histórica de la Isla, vinculada al auge del cultivo del viñedo durante el siglo XVII, como centro de explotación agrícola y vivienda temporal del propietario; mientras que su ermita anexa satisfizo los servicios religiosos del vecindario disperso del lugar.

El pequeño templo fue fundado por Francisco de la Coba Ocampo, quien instituyó en él una capellanía de una misa rezada todos los domingos y días de fiesta de cada año, con 300 reales de rentas anuales, mediante escritura otorgada el 11 de junio de 1663.

La Hacienda de Las Palmas de Anaga se encuentra en el valle del mismo nombre, justo enfrente de los Roques de Anaga, a una hora y poco de camino, a pie, del núcleo poblado más cercano, El Draguillo.