Los 576.000 metros cuadrados que CEPSA ocupa en Santa Cruz de Tenerife se destinarán en un 67 por ciento a zona verde y equipamiento público y el 33 por ciento tendrá uso privado, según el acuerdo firmado hoy por el alcalde, José Manuel Bermúdez, y el consejero delegado de la empresa, Pedro Miró.

Tras la firma del acuerdo de colaboración el alcalde ha indicado que se trata de una oportunidad única para la expansión de la ciudad en unos terrenos que, como también ha declarado el consejero delegado de CEPSA, será preciso descontaminar antes de llevar a cabo el proyecto, que se denomina "Santa Cruz Verde 2030".

José Manuel Bermúdez ha indicado que "Santa Cruz Verde 2030" "puede y deber ser" un proyecto de referencia mundial al ser la primera vez que una refinería se convertirá en una ciudad, y ha reconocido que será un proceso complejo porque ahora se requiere hacer cambios administrativos y normativos.

El alcalde ha insistido en que un acuerdo público-privado como este no se ha producido con anterioridad, por lo que algunos cambios no se han hecho nunca.

El consejero delegado de CEPSA ha comentado que la empresa es sensible a la realidad y ha añadido que se trata de un proyecto único para la ciudad pero también será un ejemplo de la transformación de una refinería urbana.

La empresa se ha comprometido con mantener o mejorar las condiciones de sus trabajadores en la refinería de la capital tinerfeña, por lo que tienen propuestas para trasladarse a otros centros, entre otras alternativas, ha dicho Pedro Miró.

Han reconocido que es "imposible" hablar de fechas para iniciar los trabajos de reforma de la zona.

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha animado a todos los sectores a participar en este proyecto que, ha subrayado, es un trabajo de cooperación entre lo público y lo privado.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha reconocido que todos los chicharreros han soñado con una nueva ciudad utilizando los terrenos de CEPSA, y ha añadido que la conversión del suelo será un desafío tecnológico.

El alcalde ha apuntado que con este proyecto se podrán crear unos 3.200 empleos, y ha explicado que también hay objetivos como recuperar el encuentro de la ciudad con el mar por medio de espacios libres que conecten la zona con el Palmetum y el Parque Marítimo.

Se impulsará un "balcón al mar de la ciudad" en el acantilado sobre La Hondura,con el paseo Anaga-Añaza, y el sistema viario de la TF-4 se adaptará básicamente para el tráfico portuario, de forma que sea posible crear una zona deportiva asociada al litoral.

Además, se prevé habilitar una nueva entrada rápida a la ciudad pro el sur, alternativa a la TF-4, situada al norte de los terrenos de este proyecto, y de una nueva rambla de penetración a la ciudad.

También se quiere construir un nuevo intercambiador de transportes y generar espacios públicos para equipamientos y usos comunitarios como los sociosanitarios, docentes, culturales o de protección ciudadana, entre otros.

Articular un eje verde de conexión entre las ramblas, el Palmetum y el Parque Marítimo, son otros objetivos para una zona en la que se quiere que los edificios generen su propia energía y que lo hagan con fuertes renovables.

La previsión es aplicar criterios de sostenibilidad a todas las actuaciones, y utilizar agua regenerada para riego de zonas verdes y monitorización en tiempo real de consumo de energía.

En cuestión de tecnología e innovación se tratará de que las actividades cuenten con las capacidades de la Universidad de La Laguna y en tejido tecnológico local.

Y CEPSA apoyará al parque tecnológico en el desarrollo de sus proyectos de transferencia tecnológica, según el acuerdo.