Y a la cuarta fue la vencida. Tamara González fue ayer desalojada de la vivienda que ocupaba en el edificio Alejandro de la calle Juan Rodríguez Santos, en Ofra. Desde primera hora de la mañana ya sabía que el Juzgado iba a ejecutar el alzamiento de forma definitiva y ya desde entonces los vecinos se concentraron en la puerta del inmueble en espera de que nuevamente se suspendiera la operación, pero ya nada la detendría.

La llegada de números de la Policía Nacional ya presagiaba que no había vuelta atrás, que vendrían los funcionarios judiciales, tal y como sucedió, y que los cerrajeros harían su parte del trabajo consistente en el cambio de cerradura, no el de colocar de una puerta antiocupa, tal y como estaba previsto.

A esta cita no quisieron faltar los concejales Pedro Fernández Arcila y Asun Frías (SSP), José Ángel Martín (PSOE) y un deteriorado Ramón Trujillo (IU), todavía convaleciente, que no pudieron paralizar el desahucio de Tamara, a pesar de los intentos y la intermediación tanto con los funcionarios del juzgado como el representante de Bankia, propietario del inmueble.

Así todo, Tamara González abandonó su vivienda sin oponer resistencia (sus tres hijos no estaban para evitar presenciar el acto), sin gritar, con la queja pública de su situación, pero con entereza y con el apoyo de sus vecinos rumbo a una casa compartida dispuesta por el ayuntamiento en Chamberí, pero sin tiempo para ubicar sus pertenencias "porque ha sido hoy (por ayer) cuando nos dieron un trastero pequeñísimo para poner nuestras cosas".

Fue el perfil humano de una situación límite que ni la ampliación del protocolo antidesahuicio aprobada por el Pleno de Santa Cruz el pasado viernes, ni la misiva firmada el lunes por el alcalde José Manuel Bermúdez demandando urgentemente la Bankia la paralización y una prórroga para la búsqueda de una solución habitacional, evitó lo que nadie quería. El resultado, la salida de Tamara del inmueble de la calle Juan Rodríguez Santos.

Fernández Arcila y Martín mostraron su decepción por no haberse paralizado el desahucio y por lo que entendieron falta de reacción ante el caso de Tamara, siendo más beligerante el socialista a la hora de criticar abiertamente la posición de Bermúdez en este asunto, señalando que una cosa es lo que dice y otra la que hace en materia de Atención Social, dijo visiblemente molesto.

Un piso de emergencia

El concejal de Atención Social, Óscar García, confirmó ayer a través de un comunicado que "Santa Cruz ha puesto un piso de emergencia a disposición de la familia de Tamara González, que garantiza que ni ella, ni su pareja, ni sus tres hijas se van a quedar en la calle" después de que ayer se ejecutase el lanzamiento judicial de la vivienda que ocupaba. Informó de que "Tamara González tiene en su poder las llaves del piso de emergencia desde el pasado viernes, que será el nuevo hogar de su familia hasta que consigamos encontrar un piso en alquiler, que se costeará con prestaciones municipales".

El concejal lamentó que "algunos pretendan hacer demagogia política con personas que atraviesan una situación de dificultad social, tratando de confundir a la opinión pública sobre la respuesta del ayuntamiento ante estos casos", en clara referencia a los grupos SSP, IU y PSOE. El concejal señaló sobre ello que "la realidad es justo lo contrario: Santa Cruz ha estado, está y estará al lado de Tamara y de su familia. Han sido los servicios sociales de este ayuntamiento quienes han facilitado el piso de emergencia, que además se encuentra vacío para recibir a la familia desde el viernes. Ni Tamara ni los suyos van a tener ningún gasto de luz, de agua o de gas, porque el ayuntamiento se hace cargo de ellos", indicó. Reiteró por último que "le produce vergüenza ajena escuchar y ver cómo algunos políticos se valen del drama humano de una persona y de una familia sin recursos para atacar al ayuntamiento", dijo para concluir.