En la madrugada de ayer se hicieron efectivos los cambios de reducción de velocidad de 90 km/h a los 60km/h de la ya renombrada vía multicarril de San Andrés, una modificación que ha llevado aparejada las críticas de colectivos vecinales y residentes del pueblo costero y de otros enclaves de Anaga.

Lo cierto es que la tranquilidad al volante se ha impuesto en la carretera a pesar del malestar generalizado por las modificaciones por entender que lo que se ha primado es a un sector de deportistas "en una vía que es rápida, que fue construida como tal y que al final nos condicionará el día a día de los que tenemos que ir a trabajar fuera o dentro del pueblo".

Esa es la idea que más se escuchó ayer en San Andrés, cuyos vecinos, en su gran mayoría, consideran que son perjudicados en favor de "los domingueros" en una carretera en la que suelen contabilizarse pocos accidentes.

"No se puede justificar con que son medidas de seguridad cuando allí prácticamente no existen incidencias. Es de locos y la verdad es que no entendemos la argumentación... Ah, claro, estamos en elecciones", ironizó Carmen, una de las vecinas consultadas ayer mientras paseaba por la avenida Marítima.

Sobre ello, un trabajador de uno de los restaurantes de la zona, Pedro, mostró su indignación declarando que "todo es una cortina de humo para justificar y mantener vivo el recuerdo del pufo del carril bici que nunca se termina de construir. Siempre igual por aquí y por allá, pero no terminan de hacerlo. ¿Y qué es lo más fácil? No construir infraestructura y fastidiar al prójimo en una carretera en la que se hacen medidas en contra de los vecinos y usuarios que nos desplazamos a nuestro trabajo".

Sobre ello, uno de los acompañantes, Juan, fue crítico y señaló que "las administraciones se han amparado en los ciclistas y los deportistas aprovechando que estamos en verano y haciendo estudios, dicen, en junio... ¿Y por qué no contabilizan qué es lo que pasa en invierno? Algo raro hay. No es un problema de seguridad porque es una vía segura. Entonces qué es lo que ha pasado de la noche a la mañana", se preguntó.

Antonio, en cambio, no se mostró totalmente contrario "a los cambios de velocidad por seguridad para los ciclistas, deportistas y peatones en general, aunque tal vez no era necesario bajar tanto la velocidad. A lo mejor lo ideal sería que la limitación se fijara en los 70 km/h".

Otro de los consultados, José, reconoció no entender "por qué se favorece a los ciclistas y a los deportistas en una carretera como esa. Estamos de acuerdo con la seguridad, pero es que los ciclistas hacen lo que les da la gana y nunca son sancionados y se han convertido en los dueños de las carreteras".

En la misma línea, Domingo criticó el cambio "porque es una vía para ir ligeros, sobre todo en toda la recta y la semirrecta, aunque sí es verdad que en la curva de entrada al pueblo se debe reducir. Más que reducir la velocidad lo que se debería plantear es por qué no se invierten en arreglar las carreteras. Es un claro afán recaudatorio. Todo nos perjudica. Siempre San Andrés sale perdiendo", dijo con firmeza.

Antonio Montelongo

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José Rodríguez

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Domingo Hernández

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