El rendimiento de la red de agua de la capital tinerfeña, que gestiona la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz (Emmasa), se situó al cierre de 2017 en un 82,7%, es decir, en un porcentaje de agua no registrada del 17,3%.

Este mismo indicador era del 19% en 2016, cuatro puntos porcentuales mejor que la media nacional.

Según datos aportados por la compañía, durante el pasado ejercicio "solo" se perdió a través de la red de abastecimiento del municipio un 8,7%, por lo que el resto del agua fue consumida por la ciudad.

Emmasa justifica estas cifras en las "diferentes actuaciones de renovación y mejora" como el plan de control de fugas, por medio del cual se ha revisado el equivalente al 100% de la red de distribución, más de 980 kilómetros.

Para llevar a cabo esta tarea, la empresa ha contado con equipamiento puntero en el sector, compuesto por prelocalizadores, correladores, geófono y cámara videoscópica.

De esta forma, en 2016 se instalaron seis sistemas de gestión de presiones y en 2017 cinco sistemas más, con el objetivo de mejorar el control de los caudales de la red. Además, se realizaron más de 4.000 acciones de carácter preventivo y de reposición, tanto sobre la propia red de distribución como sobre sus elementos.

Otras actuaciones realizadas por Emmasa son la campaña de sustitución de válvulas, con el fin de optimizar la operatividad de la red y mejorar su rendimiento hidráulico y la renovación de redes terciarias.