"Está en mucho mejores condiciones que como pensábamos encontrarlo. Tiene luz, agua, un almacén, esta perfectamente parcelado, con los caminos interiores intactos y es accesible. Habrá que trabajar duro durante unos días para limpiarlo de malas hierbas, pero el estado general es bueno". Este es el balance de Mayte Pociello, presidenta provincial de Cruz Roja, tras la visita efectuada hace unos días al huerto urbano de El Sobradillo que la organización humanitaria pasa a gestionar desde ahora tras la firma de un convenio con el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Cruz que dirige el concejal Carlos Correa.

El acto de la rúbrica tuvo lugar en la Gerencia de Urbanismo. Correa indicó que "el objetivo es impulsar un huerto que está abandonado desde 2015 después de que lo dejaran los dos últimos hortelanos de los 17 que llegaron a cultivar en sus parcelas". El convenio tiene la duración habitual de un año prorrogable.

Desde Cruz Roja señalan que "estamos abiertos a todo aquel que tenga interés y, por supuesto, también a los vecinos. Primero hay que buscar a los voluntarios para las tareas iniciales y, sobre todo la financiación, porque lo que nos ceden es únicamente el espacio. Aprovecho para hacer un llamamiento a quien quiera ayudarnos".

Añadió Pociello que "es una iniciativa que coincide con nuestro trabajo por el medio ambiente y las personas. Recuperar un espacio para la ciudad y formar a la gente son dos objetivos". Cruz Roja se quedará con un huerto para la explotación directa e "impartir cursos de formación".

Para Correa, "ha sido un parto largo, pero por fin recuperamos el huerto. Lo más importante es que sean un punto de encuentro para los vecinos y a partir de ahí todo lo demás".

El edil valoró la gestión, "extensible a los que se pongan en marcha en el futuro. Esperamos que se acabe el problema de los reinos de taifas en que se convirtió este de El Sobradillo, incluso con serios problemas de convivencia. Considerábamos imprescindible la presencia de la figura de un gestor-mediador entre los hortelanos y ese es el papel de Cruz Roja".

Durante la visita pudieron comprobar que "hay tierra húmeda y removida, lo cual quiere decir que han plantado recientemente. Y es muy fácil acceder porque basta saltar la valla perimetral".

Desde la parte técnica aseguran que "la gestión es clave, porque la autogestión inicial no salió bien, porque no funcionaron las relaciones personales". Añaden estas fuentes que "no es una idea nueva, pero sí respecto a las características de nuestra sociedad y de un municipio con las zonas de cultivo reducidas a El Tablero o Anaga. Y tampoco es lo mismo El Sobradillo que El Toscal".

Recuerdan que "esta idea partió de una compañera ingeniera agrónoma, Hercilia, ya fallecida. Hemos continuado con su sueño. La idea es que se ayuden a la hora cultivar, aporte cada uno sus conocimientos y se establezca un comportamiento colectivo en lo que afecte a todos por igual".

La instalación se encuentra en un solar limitado por las calles Simón Rueda, Tángara, La Isa y Juan Dorta Ávila del barrio del Distrito Suroeste.

Diez huertos urbanos en la ciudad, dos por cada distrito al final de mandato en mayo de 2019. Es el compromiso de Carlos Correa y afirma que espera cumplirlo. Señala que "el de El Toscal ya está siendo adecuado para iniciar la nueva temporada" y respecto a los demás, explica, "nos vamos a basar en el estudio orientativo encargado a la Fundación Santa Cruz Sostenible sobre solares municipales. Con las premisas de que sea sencillo dotarlos de agua y luz, así como fácilmente accesibles". En ese informe hay parcelas de muy distinto tamaño. Tres están en el Suroeste, cuatro en Ofra-Costa Sur, cuatro en Salud-La Salle y tres en Centro-Ifara. Anaga, por sus características rurales quedaría aparte en principio.