"Si tratamos bien al puente Galcerán, estará en pie otros 90 años". Así lo dijo ayer el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, en el acto de presentación del resultado final de las obras de rehabilitación que se han llevado a cabo en el santacrucero puente Galcerán, una de las arterias más importantes de la ciudad desde hace 89 años.

La rehabilitación integral de la infraestructura ha costado un total de 1.757.413 euros y se ha desarrollado durante los últimos seis meses, en donde los trabajos verticales realizados han sido vitales para una restauración que los técnicos consideraron de "emergencia" el pasado mes de abril por el deterioro detectado en distintas partes de la estructura. Asimismo, la seguridad ha sido uno de los aspectos que más se han reforzado.

Entre los problemas detectados estaban las anomalías localizadas en arcos, losas y vigas de hormigón armado, que estaban asociadas, según los técnicos, "a la degradación por corrosión de las armaduras y perfiles embebidos en el hormigón". Entre otras cuestiones más, los recubrimientos no presentaban la suficiente calidad y el espesor para una infraestructura de estas características.

En la presentación de los trabajos realizados, Bermúdez estuvo acompañado por el concejal de Servicios Municipales, Dámaso Arteaga, el director de la obra, Emilio Grande, y el representante de la constructora encargada de los trabajos, Andrés Román.

En este caso el regidor puso en valor la actuación realizada y la necesidad de abordar una actuación de emergencia por el deterioro y los pequeños desprendimientos detectados en distintas partes de la estructura del puente, adelantando que la idea es que los puentes de la capital sean restaurados en la misma medida si hiciera falta. El primero de ellos, el de la plaza de Europa, en la bocana del barranco Santos.

Arteaga destacó el trabajo realizado por la dirección de obra y la empresa OHL y el esfuerzo por minimizar los plazos de las actuaciones, recordando que la máxima prioridad era "garantizar la seguridad" en una estructura que ha necesitado una inversión de 1,7 millones, "aunque no se percibe".

Añadió que para dar trascendencia a la actuación, en cada una de las bases de las luminarias se han puestos paneles con información histórica del puente desde que se proyectó en 1904.

El director de obra, Emilio Grande dio los detalles de cómo se encontraba el puente tras las inspecciones, el trabajo realizado en los primeros proyectos y la necesidad de trabajar de manera urgente al detectarse "problemas estructurales". Una vez concluidos la actuación "el puente es absolutamente apto para las exigencias del tráfico actual", aunque antes hay que impermeabilizar el tablero.

Por último, el representante de OHL, Andrés Román, aplaudió el trabajo realizado por los equipos y la coordinación con la dirección de obra.

Una idea de 1904

En 1904, el ingeniero Gudalfajaro proyecta el primer diseño del puente, que se construyó entre 1926 y 1929. El proyecto definitivo y la construcción corrió a cargo del ingeniero Eduardo Torroja (abuelo de la famosa cantante Ana Torroja, de Mecano) y el arquitecto Miguel Pintor. El diseño responde a una de las tipologías definidas por José Eugenio Ribera en su obra "Modelos de puentes de hormigón armado".