Con traje de prueba, disfraces para la presentación del 7 de diciembre en el Círculo y 25 tocados hechos. Y, sobre todo, con desconsuelo y el corazón roto. Así se quedaron los componentes de la murga adulta Los Trabas al término de la reunión que celebraron la noche del pasado lunes en su local. Cansado de ser 45 componentes en lista pero 29, 33 o 37 en cada ensayo, el director artístico, José María Tejera, propuso la decisión con el respaldo del responsable musical, David Padilla, y la directiva que lidera Eduardo Ramos tras el fallecimiento de Josema Guiance.

Los Trabas (1996) se convierte en la cuarta murga que no estará en el próximo Carnaval, tras las bajas de Marchilongas -la decana femenina en concurso (1988)-, Los Que Son (2006) y Noveleras (Granadilla, 2008), un bajón que amortiguará el nacimiento de Arremangados (Candelaria, 2018) y la participación de Trapaseros (Los Realejos, 1991), que renuncia al Norte para venir a Santa Cruz.

José María Tejera, desde la claridad que le caracteriza, sentencia: "El motivo por el que dejamos de salir es la falta de compromiso; no podíamos ir a lo que Dios quiera con 30 componentes seguro... ¿y la cabalgata? ¿las actuaciones?". "El murguero murió. Hoy la gente que está en murgas pide lo máximo con el mínimo esfuerzo", añade el director artístico, que se incorporó hace cuatro años a la disciplina de Trabas y que sumó hace tres a David Padilla como responsable musical. "No era un problema de letras ni musical. Éramos treinta, pero sonábamos muy bien, y Yone Expósito se implicó al 100% con las letras. Hasta estaba en la percusión. Ha sido muy fuerte tomar esta decisión", dice.

José María Tejera no cree que se "haya acabado el ciclo de las murgas; se está quedando lo mejorcito. Ha perjudicado mucho que el máximo de componentes sea 85 y haya murgas que tengan cien y más integrantes, cuando al concurso solo pueden subir 85. Pero hay mucho componente de concurso, y luego les sobra 20 integrantes que vendrían de lujo a las murgas pequeñas. Pero tiene su explicación: una murga de 100 componentes gana premio; yo mantendría el mínimo en las bases -40- y bajaría el máximo de inscritos, y pediría que se respete", añade.

"Al final se quedarán diez murgas. También le digo: bienvenidas las murgas que tienen cien componentes". Tejera desvela otra situación: "entre las murgas pequeñas hay una guerra por quitarnos componentes". Pasa cuando deja de salir una murga, y se lanzan a la búsqueda de integrantes.

Ante la posibilidad de que alguna murga más deje de salir de aquí a febrero, Tejera no lo descarta. "Tienes la opción de dejar de salir o si sales, lo haces con tu familia. Alguna más cae. Sería lo lógico para no hacer ridículo".

Sobre el futuro que le espera a Los Trabas, José María Tejera reconoce que el próximo año intentarán volver a dar la murga. "Este año era muy importante para nosotros. Sin Josema Guiance, se trataba de salir y dar lo mejor por él. Ha sido muy duro tomar esta decisión", insiste.

"Teóricamente el próximo Carnaval lo volveremos a intentar", explica José María, que nació como murguero en Mamelones hace 40 años y ha militado en la rondalla Gran Tinerfe y las murgas Trasnochados (como fundador), Mamelucos, Trabas (como director), Bambones (once años) y, de nuevo, Trabas.

Los planes de José María pasan por tomarse un año sabático e ir a ver el concurso de Ritmo y Armonía por primera vez. Sobre la posibilidad de que vengan murgas del Norte al concurso de Santa Cruz, sentencia: "Hay que ser menos ombliguista; si engrandece el concurso, para adelante".