La Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias ha renovado la autorización de vertido en la Estación de Pretratamiento y Bombeo (Epbar) de Cabo Llanos, que recibe las aguas residuales de la zona baja de la capital y es gestionada por Emmasa.

La autorización dada en 2016 había vencido el 31 de diciembre pasado y el Gobierno canario resolvió la nueva el pasado día 9.

La renovación, solicitada por el Ayuntamiento de Santa Cruz, es el resultado de la implantación de un plan de mejoras, en el que se han invertido 1.528.316 euros. Esta iniciativa ha sido impulsada por la corporación, en coordinación con Emmasa, para la optimización del tratamiento y la mejora de la calidad de las aguas residuales.

El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, explica que las medidas aplicadas "permiten un tratamiento más completo, ya que mejoran aún más las condiciones y la calidad del efluente de la Epbar, permitiendo aumentar en un 50% los porcentajes de reducción y eliminación, tanto en demanda bioquímica de oxígeno (DBO5) como de sólidos en suspensión respecto a los porcentajes alcanzados tras la primera etapa del plan global".

"Lo más importante, sin duda, es que en relación a la materia sólida retirada del afluente de agua a la Epbar se están retirando diariamente, desde la implantación de la última mejora, una media de 5.600 kilogramos de sólidos eliminados al día. Esta cifra casi duplica la materia que se retiraba en la etapa anterior", precisó.

Del mismo modo, el edil recordó que el ayuntamiento "se ha visto en la obligación de solicitar esta autorización porque el Gobierno del Estado se ha retrasado en la ejecución de la ampliación de la depuradora. Confiamos en que cuando esté funcionando, en 2021, podamos cumplir con nuestro objetivo de vertido cero y de la depuración de todas las aguas".

En una primera etapa, se instalaron en la Epbar de Cabo Llanos dos nuevos microtamices, con un tamaño de paso de 350 micras. Esta obra supuso una inversión de más de 800.000 euros y fue financiada al 50% entre el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) y el Ayuntamiento, que recurrió para realizar esa aportación al plan de inversiones suscrito con Sacyr, socio mayoritario de Emmasa.

Gracias a esta primera etapa de mejoras se alcanzaron unos porcentajes de reducción de sólidos en suspensión del 20% y del 10% de DBO5, retirándose una media diaria de 2.900 kilogramos de materia sólida del afluente de agua a la Epbar durante el año 2018.

En una segunda etapa del plan se instalaron dos nuevos tamices de un milímetro de paso de luz, así como un tercer microtamiz de 350 micras de tamaño de paso, un nuevo concentrador de grasas y un sistema de burbujas en el desengrasador de la Epbar.

De igual manera, se pusieron en marcha nuevos equipos para promover la eficiencia y el mantenimiento de la maquinaria. Estas acciones fueron financiadas por el Consistorio, a través del plan de inversiones suscrito con Sacyr, y supusieron una inversión de 728.316 euros.

Además, el ayuntamiento, en coordinación con Emmasa, ha complementado estas actuaciones con la mejora de la calidad del afluente que llega a la Epbar de Cabo Llanos mediante la instalación de ocho equipos BioAmp en tres de las estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR) que forman parte del sistema de saneamiento del municipio.