La cardiología es una especialidad médica siempre de actualidad en Canarias, una región afectada por los índices de patologías cardiovasculares más elevados del país. Para aproximarse a los últimos avances médicos y compartir experiencias y conocimientos, estos días se ha celebrado en Fuerteventura el XXII Congreso Regional de Cardiología. Julio Hernández, presidente de la sociedad que agrupa en las Islas a estos facultativos, ha hablado con EL DÍA sobre los principales contenidos de este encuentro.

-Debido a circunstancias en ocasiones felices, como la reducción del número de accidentes, el volumen de donantes de corazón es cada vez menor. ¿Cómo se afronta esta situación en Canarias?

-Los pacientes que deben ser trasplantados de corazón en las Islas se derivan a la Península, la mayoría a Madrid, al hospital Doce de Octubre. Por lo tanto, los posibles donantes son de la Península, porque cuando uno dona un corazón, una vez extraído de un sujeto que, desgraciadamente, ha fallecido, el tiempo que puede estar sin ser trasplantado es muy corto. Eso hace que sea difícil llevar un corazón a la Península para trasplantarlo o traerlo desde allí. Como los donantes deben ser jóvenes y con un corazón sano, casi todos los órganos que se trasplantan proceden de accidentes de tráfico. Cuando éstos disminuyen, puede disminuir la oferta de donantes. También es verdad que ha mejorado mucho la expectativa de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca debido a los avances de la farmacología. Antes muchos eran sometidos a trasplantes y ahora sobreviven más años sin necesidad de ellos.

-¿Puede crear algún tipo de controversia el hecho de que los trasplantes no se realicen en Canarias?

-Trabajo en el hospital de La Candelaria y estamos muy satisfechos con el centro donde enviamos a los pacientes que necesitan ser trasplantados, el Doce de Octubre. La relación es muy adecuada. Los pacientes están también muy contentos. El Servicio Canario de la Salud está trabajando en que, a la hora de los traslados y del alojamiento en Madrid, tanto el paciente como sus familias estén lo más cómodos posibles.

-Los niveles de insuficiencia cardiaca y de patologías cardiovasculares que se registran en Canarias son los más altos del país. ¿Cuál es la situación en este momento?

-En cuanto a las cifras de insuficiencia cardiaca, son similares a las del resto del país, pero es verdad que la cardiopatía isquémica, relacionada con enfermedades del corazón, tiene mayor incidencia y prevalencia en Canarias que en el resto de España y la parte sur de Europa. Esto se debe, fundamentalmente, a que en las Islas hay algo más de diabéticos y, sobre todo, muchos más obesos que en el resto de España. La cardiopatía isquémica puede llevar a que el corazón falle y a necesitar un trasplante. Si queremos prevenirlo, es esencial actuar sobre los factores de riesgo: controlar la tensión arterial, no fumar, mantener bajo el colesterol y, sobre todo, desde niños insistir en el ejercicio físico y en tratar de evitar la obesidad. En Canarias, la obesidad infantil alcanza el 20%, y eso son cifras abrumadoras. De hecho, generación tras generación las expectativas de vida aumentan, pero, debido a la obesidad infantil que existe hoy en día, probablemente nuestros hijos tengan una expectativa de vida inferior a la nuestra.

-¿Existe suficiente implicación por parte de la Administración sanitaria para prevenir e informar?

-Nuestras administraciones públicas están desbordadas con los pacientes que ya están enfermos. Eso hace que las políticas de prevención, aunque existen, sean a todas luces insuficientes. Deberían ponerse de acuerdo todos los políticos de cualquier color si queremos prevenir estos problemas. En los colegios deberían impartirse asignaturas sobre prevención sanitaria, que expliquen a los niños cuáles son los factores de riesgo. También hay que acabar con la instalación en los colegios de máquinas de golosinas, bollería y refrescos, porque a lo que llevan es a la obesidad infantil, y un niño obeso es muy difícil que no sea un adulto obeso.

-Durante el congreso se ha tratado acerca de la muerte súbita, sus causas y tratamiento.

-La mayor parte de las causas son cardiológicas. En la mayoría de las causas subyace una cardiopatía isquémica, pero a veces no. Hay pacientes con riesgo de sufrir una muerte súbita por arritmia. Hoy en día existen desfibriladores automáticos implantables que son capaces de reconocer una arritmia y eliminarla con un choque eléctrico, salvando así la vida del paciente. El problema es que estos dispositivos son muy caros. Por eso es importante identificar bien a los pacientes con riesgo.

-¿Y en Canarias los desfibriladores están suficientemente extendidos?

-Si bien es cierto que en España se instalan menos que en el resto de Europa, en las Islas estamos casi a la cabeza del país. Es donde más se están implantando. En los grandes hospitales de Canarias se implantan en torno a los cuarenta desfibriladores al año.

-¿Qué novedades se han producido en el plano farmacológico?

-La industria farmacéutica investiga cada vez más en nuevos fármacos, con más beneficio para el paciente y menos efectos secundarios, para la hipertensión, antiarrítmicos, para cardiopatía isquémica o insuficiencia cardiaca.

-¿La polémica en torno al servicio de cirugía cardiaca del Hospital Universitario de Canarias puede haber contribuido a extender alguna sombra sobre estas prácticas médicas?

-Cualquier cosa que se lleve a los medios de comunicación y que genere inquietud en la población produce sombra sobre todos, cirujanos cardiacos y cardiólogos. Seguro que el Servicio Canario de la Salud está investigando si ha habido algún tipo de fallo para ponerle solución, porque de lo que se trata es de los canarios tengan el mejor beneficio del saber médico, y para eso se hacen también este tipo de congresos.