A partir del próximo mes de junio, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) facilitará información sobre la calidad del aire en España y el grado de contaminación transfronteriza que hay en la atmósfera peninsular.

El objetivo de la Agencia no es medir la contaminación de las zonas urbanas, porque eso ya lo hacen los ayuntamientos, sino conocer cuál es la calidad del aire global o "de fondo" que hay en España y si llegan muchos contaminantes desde otros países, explica el jefe del Departamento de Producción de la AEMET, Fermín Elizaga.

Por eso, las muestras se tomarán en trece estaciones de vigilancia atmosférica, situadas en áreas rurales y "lejos de núcleos urbanos que puedan adulterar las muestras", según Elizaga.

Las trece estaciones están situadas en San Pablo de los Montes (Toledo), Noia (A Coruña), Mahón (Menorca), Víznar (Granada), Niembro-Llanes (Asturias), Campisábalos (Guadalajara); Cabo Creus (Girona), Zarra (Valencia), Barcarrota (Badajoz), Peñausende (Zamora), Els Torms (Lleida), O Saviñao (Lugo) y Doñana (Huelva).

Desde estas estaciones, la Agencia tomará muestras de los niveles de ozono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, y monóxido de nitrógeno que hay en el aire.

Además, estas instalaciones atmosféricas medirán la dirección y velocidad del viento, la radiación global, la temperatura, la presión, la humedad y las precipitaciones.

Las muestras, serán analizadas en el laboratorio de referencia del Instituto de Salud Carlos III y, colgadas en la página web de la Agencia: www.aemet.es.

La contaminación causa cada año la muerte prematura de más de dos millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La calidad del aire viene determinada por aspectos meteorológicos y climáticos como las erupciones volcánicas, los incendios, las emisiones de la vegetación o las sales marinas, y por causas antropogénicas (provocadas por la acción del hombre) como el tráfico, la quema de combustibles fósiles, la minería o la industria.

Todos estos factores dejan una cantidad de gases y partículas en el aire que afectan a la salud humana y provocan asma, cáncer de pulmón, y enfermedades cardíacas, entre otras afecciones.

Además, la mala calidad del aire afecta también a la economía, ya que influye en la seguridad alimentaria, los recursos hídricos y el desarrollo sostenible (al dañar plantas, cultivos y ecosistemas).

En España, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental (dependiente de la Secretaría de Estado de Cambio Climático) es la encargada de regular y hacer cumplir las normas de calidad atmosférica, mientras que la AEMET se encarga de tomar muestras y medir los gases y partículas contaminantes que hay en el aire.