Más de 200 vuelos cancelados, retrasos de hasta seis horas, largas colas de pasajeros ante los mostradores de las aerolíneas y más de 325.000 metros cúbicos de nieve es el escenario que ha dejado el temporal a su paso por el aeropuerto de Barajas, que ya tiene operativas sus cuatro pistas.

A la nevada que comenzó a dificultar la operatividad del aeropuerto madrileño en la tarde del domingo, se ha unido esta mañana la niebla y el hielo.

La niebla obligó a activar los procedimientos de baja visibilidad en la plataforma, y hasta las 13.00 horas el aeropuerto madrileño operó sólo con dos de sus cuatro pistas.

En algunos momentos, por motivos de seguridad, se limitaron a 15 los aterrizajes y los despegues permitidos a la hora, cuando en circunstancias normales se operan hasta 48, lo que contribuyó a aumentar las demoras de los vuelos.

Además, el hielo que cubría la plataforma ralentizó las tareas de asistencia a los aviones, según las compañías, mientras AENA recordó que, debido a la bajada de temperaturas, las aeronaves tenían que pasar por los puntos de deshielo antes de su despegue, una operación que puede durar hasta una hora en aviones grandes y 20 minutos en pequeños.

Y por si esto no fuera suficiente, el mal tiempo reinante en Reino Unido, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica e Italia alteró también el tráfico aéreo europeo.

Según los últimos datos de AENA, hasta las 17.30 horas se habían operado 460 de los 1.220 vuelos programados hoy.

Las mayores demoras las sufrieron dos aviones de Iberia a Montevideo y Johannesburgo, que tenían que haber salido la pasada medianoche, lo que no fue posible porque la tripulación se pasó de horas y tienen previsto despegar en torno a los 18.00 horas de hoy.

También se excedió en horas la tripulación de un avión de Aerolíneas Argentinas con destino a Buenos Aires previsto a las 22.30 horas del domingo, cuyos viajeros estuvieron cuatro horas dentro de la aeronave hasta que se les condujo de nuevo a la terminal y de allí a un hotel del pueblo de Barajas.

Hubo también viajeros que perdieron los nervios, como un grupo de 60 que iban a volar a Barcelona a las 21.40 de ayer con Air Europa y que esta mañana bloquearon la puerta de embarque de otro vuelo en señal de protesta por "el abandono al que fueron sometidos por la compañía".

Dijeron que pasaron la noche en la terminal, mientras la compañía asegura que estuvieron en hoteles y que finalmente viajaron a las 13.30 horas de hoy en un avión de Vueling.

Los que sí consiguieron plaza en un hotel fueron seis donostiarras que expresaban su sorpresa por tardar más de 24 horas en llegar a San Sebastián por aire. Aterrizaron a las 17.00 horas de ayer en Barajas para coger una ruta a las 20.00, que nunca salió, y vieron cómo hoy todos los vuelos que les iban asignando se iban cancelando.

"A ver si hay suerte y lo logramos en el de las 20.00", comentaban, mientras se dirigían resignados a la cola del mostrador de atención al cliente para conseguir un nuevo pasaje.

Y es que en estas colas los pasajeros han esperado hasta cuatro horas, como le sucedió a un grupo de jóvenes que iba a Varsovia.

Las compañías han trabajado contrarreloj para subsanar los desajustes en las programaciones, que funcionan como un dominó, en el que las rotaciones de tripulaciones y aviones pueden jugar muy malas pasadas, y confían en terminar el día "lo más limpiamente posible".

También AENA ha combatido el mal tiempo con toda su maquinaria (más de 105 equipos de viabilidad invernal) y con un despliegue humano de más de 150 personas, que desde el pasado jueves estaban alertas al ser activado el nivel naranja del Plan de Actuaciones Invernales.