Las carreras universitarias perderán 220.557 matriculados entre 2009 y 2016, con un descenso del 16,9%o, aunque esta tendencia cambiaría suavemente a partir de entonces, según cálculos de un informe editado por la Universidad de Cantabria y Banco Santander.

"La menor demanda que se prevé", matiza el documento, "no debe ser entendida como un problema, sino como una oportunidad en pro de una enseñanza de mayor calidad, de una disminución de la ratio de alumnos por profesor, de una mayor disponibilidad de tiempo para la investigación y para los postgrados y doctorados; en definitiva, en pro de una universidad de calidad de excelencia".

El informe, titulado "Universidad, sociedad y territorio", apunta, sin embargo, que los efectos de la inmigración en la demanda universitaria empiezan ya a percibirse, ya que representa un 1,7% actualmente y puede elevarse hasta el 5% en la próxima década.