Varias réplicas del terremoto del pasado sábado, que ha causado al menos 723 muertos, y la posibilidad de nuevos saqueos han obligado a miles de chilenos a pasar la ultima noche en vela, vigilando sus casas.

Mientras, las autoridades trabajan febrilmente para organizar la distribución de ayuda y normalizar los servicios, que funcionan a medias desde el momento mismo del sismo, de 8,8 grados de magnitud en la escala Richter.

Según fuentes gubernamentales, un millón y medio de personas continúan sin electricidad y 800.000 sin agua, principalmente en las regiones del Maule y del Bío Bío, las más afectadas.

A las 03:10 horas locales de hoy (06:10 GMT), una réplica de 5,5 grados Richter, según el Servicio Geológico de EEUU, sacudió el centro sur de Chile, con su epicentro localizado bajo el mar, a unos 40 kilómetros frente a Pichilemu, en la región de O''Higgins, y a unos 160 al suroeste de Santiago.

Durante la noche se registraron otros cuatro temblores, todos entorno a los 5 grados de magnitud. El epicentro de uno de ellos, de 5,1 grados, se localizó a sólo 35 kilómetros al noroeste de Concepción, una de las ciudades más devastadas por el seísmo del pasado sábado.

Hasta ahora las réplicas al terremoto del sábado superan las 150, algunas con magnitudes superiores a los seis grados Richter y, según los expertos, podrían extenderse durante dos meses.

Concepción y el vecino puerto de Talcahuano continuaban hoy bajo toque de queda, que se extenderá hasta el mediodía (15:00 GMT), tras los saqueos y otros actos vandálicos registrados en los días posteriores al sismo del sábado.

El Gobierno aumentó el contingente militar en la zona y los primeros informes de hoy señalan que hubo mayor tranquilidad en esta jornada, aunque de forma esporádica se escuchaban disparos y un joven fue detenido, según medios locales, por disparar contra militares.

Pese a la mayor vigilancia, en numerosas villas y poblaciones los vecinos montaron guardia ellos mismos para evitar eventuales saqueos.

En la región del Maule, que al igual que el Bío Bío fue declarada zona de catástrofe, se dispuso un toque de queda más breve, entre la medianoche del lunes y las 06:00 horas de este martes (03:00 a 09:00 GMT), sin que se registraran detenidos, según las autoridades.

En Santiago, miles de personas pasaron la noche en vela debido a los rumores de que bandas organizadas pretendían saquear viviendas en diversos sectores de la ciudad.

Grupos de vecinos provistos de palos, cuchillos y otros elementos reunidos en torno a fogatas se declararon "dispuestos a morir", según pudo constatar Efe, para defender lo suyo.

La situación se repitió en los municipios de Renca, Quilicura, Independencia, Ñuñoa, sin que finalmente ocurriera nada anormal.

Carmen Fernández, directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), dijo, entre tanto, que el organismo está tratando de agilizar la entrega de ayuda a los damnificados, calculados en dos millones.

"La red de distribución está operando y lo masivo en ayuda empezó al fin a operar", dijo a los periodistas la funcionaria, que añadió que hoy debe comenzar la distribución de viviendas de emergencia.