José Ramón Valdizán, jefe del servicio de Neurofisiología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, cree que es muy probable que antes de 2020 se haya obtenido una respuesta genética y bioquímica ante el autismo, lo que ayudará a su prevención y a la creación de fármacos que lo combatan.

Eso opina este experto, para quien el futuro ante esta enfermedad es "esperanzador", siempre y cuando "se pueda seguir investigando", dijo con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial del Autismo, un desorden neurológico que descubrió el psiquiatra austríaco Leo Kanner. El doctor Valdizán y su equipo trabajan desde hace cuatro años en avanzar en el tratamiento sintomático de este mal, una investigación que están desarrollando junto con la Fundación Mas Casadevall, organización catalana que trabaja desde los años 70 con adultos que padecen esta enfermedad. Con este estudio se han establecido parámetros que pueden indicar que un niño padece autismo con menos de un año, lo que supone una detección temprana, puesto que hace cuatro años la detección precoz era en niños de dos y tres años.