La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, que sufrió un accidente en el aeropuerto de Barajas (Madrid) el 20 de agosto de 2008, pidió ayer a través de su presidenta en funciones, Pilar Vera, que haya nuevos imputados en el caso porque consideran que hubo descoordinación entre Aena y los equipos de emergencias en los primeros momentos del rescate.

Esta declaración fue hecha a la salida del juzgado de Instrucción número 11 de Plaza Castilla, donde ayer se tomaron declaración a seis nuevos testigos.

A petición de esta acusación popular, dos técnicos de Spanair y cuatro miembros de emergencias -un médico, dos bomberos y el jefe de sala del 112 en el momento del suceso- declararon ante el juez que instruye el caso, Juan Javier Pérez, durante cerca de cinco horas.

Mientras que los dos técnicos de Spanair no quisieron hacer manifestaciones tras prestar declaración, el jefe de guardia de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid en el momento del suceso explicó a los periodistas que el primer coche en salir del parque de San Blas fue a las 14:30 horas (hora peninsular) y llegó a Barajas a las 14:42.

Una vez allí tuvieron que esperar a que se formara "una caravana" de dotaciones en "un punto de encuentro", desde donde fueron guiados por un vehículo de control hasta el terraplén donde quedó el avión MD-82 en el que murieron 154 personas.

"En esos momentos todo el mundo trata de ayudar", señaló este jefe de bomberos, que no ha querido revelar si hubo fallos en las tareas de rescate.