Según el estudio ''Hábitos de bebida en adolescentes y cambios en el peso con el paso del tiempo'', publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition y llevado a cabo por expertos de la Universidad de Minesota (EE.UU.), el consumo moderado de bebidas azucaradas como zumos y refrescos, no está relacionado de forma directa con el aumento de peso y la obesidad infantil.

A través de la investigación de las variaciones en los cuerpos de más de 2.000 adolescentes estadounidenses en función del consumo de diferentes bebidas realizada durante cinco años, los científicos han constatado que no existe asociación entre el consumo moderado de bebidas azucaradas y el incremento de peso. En contraposición, sí hallaron relación significativa, aunque no constante, entre el aumento de peso y la ingesta de bebidas Light, lo que induce a reflexionar sobre los numerosos factores que influyen en la obesidad y el sobrepeso, y el error de abordar esta problemática desde un único punto de vista.

Igualmente, según los prestigiosos científicos Allison y Mattes, ningún ensayo aleatorio controlado ha encontrado una reducción de peso, Índice de Masa Corporal (IMC) o adiposidad significativa como resultado una reducción del consumo de bebidas azucaradas. Aunque la obesidad es un importante problema de salud pública, debido especialmente al aumento del riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc.; consumimos muchos alimentos y bebidas distintos, por lo que una bebida, alimento o ingrediente por sí solo no es responsable del sobrepeso o la obesidad.

En relación a los adolescentes españoles, científicos nacionales también han puesto de manifiesto en otras ocasiones que no existe asociación entre el consumo de bebidas refrescantes azucaradas y la obesidad.

En cualquier caso, los consumidores que deseen reducir las calorías consumidas a través de las bebidas pueden elegir actualmente entre una variedad cada vez mayor de productos que no contengan calorías, o las poseen en índices muy bajos; o bien entre los que tienen todas las calorías, pero consumiéndolos en proporciones más reducidas.

Mayor rigor científico.

Junto a ello, un artículo publicado en la revista International Journal of Obesity ha realizado recientemente un llamamiento al mundo de la ciencia para renovar su compromiso con la verdad a la hora de trasladar informaciones científicas. Sus autores consideran que existe cierta tendencia en una parte de esta comunidad a mostrar interpretaciones sesgadas de las investigaciones que realizan.

Para llegar a estas conclusiones, analizaron estudios científicos anteriores que evaluaban la relación de las bebidas azucaradas y la leche materna en la obesidad, concluyendo que menos de un tercio de las informaciones científicas al respecto reflejaron con exactitud los resultados, y más de dos tercios exageraron la relación entre los refrescos y la obesidad. Según los responsables del análisis, el motivo radicaba en que los datos tenían más probabilidades de publicarse cuando mostraban una influencia negativa sobre el peso corporal, además de la tendencia de algunos investigadores a demonizar ciertos productos.

Esta revisión pretende recordar la importancia de mantener siempre la objetividad en todos los aspectos de la ciencia y de reducir al mínimo las distorsiones en los registros de las investigaciones científicas.

A este respecto, la revista médica The New England Journal of Medicine cuestionaba recientemente las voces favorables a la imposición de una tasa para determinados productos por supuesta relación con la obesidad. La prestigiosa publicación considera que esta relación no está probada y que, siguiendo este planteamiento, también se debería gravar cualquier alimento rico en calorías, el tamaño de las porciones, e incluso llevar un estilo de vida sedentario. EMISOR: COCA COLA ESPAÑA. Para más información: Lola Valdivia/Olga Llano. Gabinete de Prensa. Coca-Cola Cuidamos tu sed. Telf.

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