El Ministerio de Sanidad ha elaborado un plan, en colaboración con la industria alimentaria, la restauración y las comunidades autónomas para reducir el consumo de sal de los españoles hasta en un 20 por ciento durante los próximos cuatro años, con el objetivo de luchar contra la hipertensión.

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, hizo este anuncio en una rueda de prensa, en la que precisó que se rebajará el contenido en sal de productos elaborados, como embutidos, lácteos y bollería, en un 5% anual durante el período 2010-2014.

Además, se pondrá en marcha una campaña de información a los ciudadanos, bajo el lema "Menos sal es más salud", con la distribución de folletos, inserciones en prensa e información en la web de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Jiménez recordó que la hipertensión arterial es responsable de más del 50% de los casos de enfermedad cardiovascular y del 45% de la enfermedad coronaria y afecta en España al 35% de la población -10 millones-.

La reducción de la ingesta de sal de 9,8 gramos por persona al día a 5 gramos evitaría cada año 20.000 accidentes cardiovasculares y 30.000 eventos cardíacos, según precisó la ministra.

Todo ello contribuiría a reducir el gasto sanitario, teniendo en cuenta que en la Unión Europea se calcula que estas enfermedades supusieron un coste de 192.000 millones de euros en 2006.

Los españoles ingieren una media de 9,8 gramos de sal por persona al día, casi el doble de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera recomendable.

Estos datos fueron obtenidos por el primer estudio científico que se llevó a cabo en España en este campo, realizado con la Universidad Complutense de Madrid.

Para ello se analizó la orina durante 24 horas de 406 personas entre 18 y 60 años, seleccionadas estadísticamente en 15 provincias españolas, en zonas urbanas y rurales (Albacete, Barcelona, Cáceres, Cádiz, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Salamanca, Santa Cruz de Tenerife, Soria, Vizcaya y Zaragoza).

Gracias a este estudio se pudo saber también que el 87% de la población ingiere más de 5 gramos de sal al día.

Asimismo, se analizaron, en una investigación realizada en colaboración con la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), más de 1.200 muestras correspondientes a las diferentes categorías de alimentos que componen la dieta habitual de los españoles para conocer su contenido en sal, incluyendo marcas de distribución.

El resultado es que sólo el 20% de la sal es añadida por el consumidor, con un salero o durante el cocinado, mientras que el 75% es lo que se conoce como sal oculta, y está en los alimentos procesados o consumidos fuera del hogar, y sobre los cuales el ciudadano tiene poca capacidad de actuación.

Por ello, la ministra subrayó la importancia del acuerdo con la industria para rebajar su contenido en los alimentos procesados, tales como embutidos, elaborados lácteos o bollería.

Por poner un ejemplo de los logros que se pueden alcanzar, el presidente de la AESAN, Roberto Sabrido, recordó que con el sector de la panadería se ha logrado, en cuatro años, superar los objetivos previstos al lograr una reducción sustanciosa de la sal contenida en el pan en un 26,4%.