La altura de la columna de ceniza procedente del volcán islandés ha vuelto a aumentar y se sitúa entre los 7.000 y 9.000 metros, según el último parte del Instituto Meteorológico Islandés.

Ese cambio en la altura, que en los últimos días era en torno a los 6.000 metros, se debe a las buenas condiciones meteorológicas y la ausencia de viento en la zona.

La nube procedente del volcán Eyjafjalla, en el sur de Islandia, tiene color gris y se desplaza en dirección sudeste y este-sudeste y se han registrado precipitaciones de ceniza en las poblaciones situadas al sudeste del volcán.

El parte de las autoridades islandesas señala también que se han detectado "inusualmente" muchos relámpagos y que no hay indicios de que la erupción se esté extinguiendo.

El Eyjafjalla entró en erupción el pasado 14 de abril, y en los primeros días su cenizas provocaron graves perturbaciones en el tráfico aéreo europeo, que se han vuelto a reproducir de forma intermitente.