La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a once años de prisión a Robinsón José B.V., el joven de 26 años que, en noviembre de 2008, estranguló con el cable de un secador de pelo a una vecina que le sorprendió en el interior de su domicilio ubicado en la barriada de la Gangosa (Vícar) intentando robar un ordenador portátil y otro objetos valorados en apenas 76 euros.

El procesado, que mostró conformidad con la pena después de que el fiscal rebajase su petición inicial de un total de 14 años y seis meses de cárcel, huyó después no sin antes meter en una bolsa de plástico el arma homicida y una plancha que se manchó de sangre al caer al suelo mientras cometía el crimen para, así, evitar dejar huellas.

La sentencia de la Sección Primera, a la que tuvo acceso Europa Press, le impone el pago de una indemnización de 120.000 euros al marido de Georgina F., quien encontró el cadáver de la joven de 30 años, de 20.000 euros a su hija que contaba apenas siete meses de edad cuando murió y de 10.000 euros a su padre, quien convivía con la familia.

Robinsón José B.V., quien actuó con plenas capacidad volitivas y cognitivas pese a su drogadicción. reconoció el homicidio a la Guardia Civil al ser detenido después de haberse desecho de parte de las pruebas contra él tirándolas a un contenedor de obra. Los cables de ambos aparatos eléctricos los cortó, los escondió en la caja del contador de la luz del edificio y horas después los retiró para ocultarlos en la parte alta del ascensor.

Según su relato, que el tribunal califica de "escalofriante" y que mantuvo también en instrucción, en la madrugada del 27 de noviembre de 2008 salió de su casa y se fue en ascensor hasta el quinto piso del inmueble en el que residía la víctima junto a su familia. Una vez allí, accedió por las escaleras a la sexta planta y trepó por una ventana de cristales pequeños para llegar hasta el terrao.

Tras saltar el muro de separación entre terrazas, cogió un ladrillo y rompió el cristal de una de las ventanas de la casa hasta penetrar en el interior. Cuando estaba cogiendo "con evidente ánimo de lucro" el ordenador portátil que se encontraba encima de la mesa, Georgina F. le sorprendió y le reconoció como "el vecino de enfrente".

Robinson José B.V. decidió entonces coger por los brazos a la joven, le tapó la boca y la metió en un cuarto pequeño ubicado en el pasillo de la vivienda. A continuación, recoge la sentencia, cogió el secador de pelo que había encima de la cama y la estranguló con el cable hasta que ella cayó al suelo y murió "casi en el acto" por asfixia.

El tribunal de la Sección Primera considera "evidente" el acusado, de nacionalidad peruana, quiso matar a la víctima y que, además, era consciente de lo que había hecho porque intento "ocultar por todos los medios" los vestigios que le vincularan al crimen aunque el fallo detalla pruebas periciales que le señalan como autor del intento de robo y de la agresión mortal.