Los médicos de familia han alertado hoy de que el maltrato que sufren los mayores es un problema aún "menos detectado" que la violencia machista y que un 5 por ciento de ellos, unos 300.000, padece algún tipo de abuso.

Con motivo de celebrarse mañana el día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, los facultativos consideran que se trata de un problema creciente por el elevado envejecimiento y el incremento de la tasa de dependencia, "principal factor de riesgo".

"La mayoría de las víctimas no denuncian por depender emocional o económicamente de su agresor", según asegura en un comunicado la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC).

El maltrato que los ancianos sufren por negligencia y falta de cuidados es el más frecuente, en casi la mitad de los casos (49 por ciento), pero también se detectan abusos psicológicos (30 por ciento), sexual y económico (30 por ciento) y físicos (25 por ciento).

Los médicos recuerdan que el maltrato en las personas mayores se observa en todas las clases sociales y en cualquier nivel socioeconómico.

En más de la mitad de los casos, los maltratadores son los hijos y en torno al 10 por ciento de las ocasiones están implicados los cónyuges.

"Tenemos que tener en mente el problema para ser capaces de detectarlo y, por tanto, de reducir las tasas de infradiagnóstico que se producen en los ancianos. Si no hay lesiones evidentes, los mayores difícilmente van a expresar este problema", señala el doctor Juan Manuel Espinosa, coordinador del Grupo de Atención al Mayor de la SemFYC.

Según Espinosa, el maltrato en el anciano no tiene nada que ver con el maltrato de género. De hecho, insiste, el abuso al mayor lo realiza casi siempre una mujer y sucede fundamentalmente porque hay un cansancio por parte del cuidador.

"Por eso, cuantas más ayudas reciba el cuidador, menos posibilidades de que se produzca el maltrato", apostilla.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye la violencia contra los ancianos, por ser frágiles y porque han dejado de ser útiles, como un tipo de maltrato en el hogar.