La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) recuperó hoy sin daños aparentes en el desierto australiano de Woomera la cápsula de la misión Hayabusa, que regresó a la Tierra este domingo tras un viaje de siete años al asteroide Itokawa.

Según informaron fuentes de JAXA a Efe, el aparato fue localizado en una zona militar en el desierto australiano de Woomera con lo que se esperan sean las primeras muestras de un asteroide recogidas en el espacio exterior.

Las primeras observaciones apuntan a que la cápsula está en buen estado, según la agencia espacial nipona.

Está previsto que la cápsula, diseñada para resistir la entrada en la atmósfera terrestre de la sonda que la transportaba, llegue a Japón con su preciado contenido en unos cuatro días, precisó una portavoz de JAXA.

La odisea de la cápsula ha durado siete años y ha tenido que superar varios problemas graves durante su recorrido, de más de 4.000 millones de kilómetros.

Ahora, un equipo de más de un centenar de científicos espera la llegada de las muestras en la ciudad de Sagamihara (en las cercanías de Tokio), desde donde se informará en tiempo real de los avances de las investigaciones.

No obstante, las conclusiones de los estudios no se esperan hasta dentro de un año.

La misión Hayabusa ("Halcón peregrino") de la agencia espacial japonesa ha levantado una gran expectación por la dificultad técnica del viaje y por los problemas a los que se ha tenido que enfrentar.

Entre ellos estuvieron el funcionamiento deficiente de sus motores de xenón y la pérdida de contacto con la base durante tres meses.

La cápsula, de 17 kilos de peso, entró en la atmósfera a las 13.51 GMT de ayer, unas tres horas después de que se desprendiera de la nave nodriza.

El regreso a la Tierra de Hayabusa fue dirigido por un equipo de expertos de JAXA y de la NASA con la información recibida a través de antenas ubicadas en el desierto de Mojave, en California (EEUU), otra cerca de Madrid (España) y de la situada a las afueras de Camberra (Australia).

La misión de la sonda Hayabusa, de 510 kilos de peso y equipada con cuatro motores de xenón, comenzó en mayo de 2003 y se demoró a su regreso por problemas técnicos.

Hayabusa realizó observaciones científicas durante dos meses sobre la composición mineral, altitud y reflejo de la luz solar en Itokawa, hasta que en noviembre de 2005 se posó sobre el asteroide, en cuya superficie permaneció una media hora.

El polvo que se espera que contenga la cápsula del Hayabusa puede ayudar a responder interrogantes sobre la formación de los planetas hace más de 4.500 millones de años.