La crisis económica ha motivado un aumento de las quejas que los ciudadanos registraron de forma individual ante el Defensor del Pueblo durante el pasado año, aunque el número total de quejas se redujeron en cerca de 13.000.

El Defensor, Enrique Múgica, presentó ayer el informe correspondiente a 2009 a los presidentes del Congreso y del Senado, en el que podría haber sido el último acto de estas características, ya que su mandato acaba el próximo día 30, aunque ayer ha expresado su disposición a seguir cinco años más.

El pasado año se presentaron 79.386 quejas, frente a las 92.388 del ejercicio anterior; entre ellas, las individuales ascendieron a 18.392 (2.588 más que en 2008), la cifra más alta de las contabilizadas por esta institución.