Un grupo de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO) ha descubierto una nueva función en el cerebro para una proteína supresora de tumores que podría tener implicaciones en el conocimiento de enfermedades cognitivas como el Alzheimer.

La investigación, informa hoy la Universidad Autonoma de Madrid (UAB), ha sido dirigida por el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José A. Esteban, del CBMSO (centro mixto del CSIC y la UAB).

Los trabajos iniciales de la investigación comenzaron en la Universidad de Michigan (EEUU) y han sido desarrollados y concluidos en el CBMSO.

El estudio, publicado en la revista de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO, por sus siglas en inglés), revela que las neuronas se comunican entre sí mediante la sinapsis, una compleja estructura donde tienen lugar un conjunto de sucesos químicos y eléctricos.

El intercambio de información no siempre es igual, ya que ciertas conexiones sinápticas experimentan modificaciones como consecuencia de una actividad o experiencia previa vivida por las neuronas, explica la UAB en su nota.

Este fenómeno, conocido como plasticidad sináptica, se ha propuesto en múltiples estudios como el sustrato celular del aprendizaje y la memoria del ser humano.

La investigación del CSIC aporta nuevos datos sobre los mecanismos moleculares de este proceso.

Los investigadores han descubierto que una proteína originalmente descrita a finales de los años 90 como un supresor de tumores, PTEN, realiza una función inesperada en el cerebro.

En concreto, PTEN media una forma específica de plasticidad sináptica conocida como "depresión a largo plazo".

Este mecanismo es empleado por las neuronas para regular la transmisión sináptica en el cerebro durante los procesos de aprendizaje y memoria.

El estudio también podría tener implicaciones en el estudio de patologías cognitivas, como la enfermedad de Alzheimer o ciertas formas de retraso mental.

Según Esteban, "este tipo de estudios de ciencia básica contribuye a diseccionar las bases moleculares y celulares que controlan nuestras funciones cognitivas, y nos orientan acerca de posibles vías de intervención terapéutica para enfermedades mentales en las que estos mecanismos son defectuosos".