El Ministerio de Sanidad y las Consejerías autonómicas debatirán mañana la limitación de venta en los centros escolares de alimentos envasados que sobrepasen determinados niveles de azúcar, sal, grasas y calorías.

"Esto no implica que no se puedan vender este tipo de productos claro que se pueden vender, no hay prohibición de ningún producto particular", sino que se trata de evitar la ingesta de aquellos que tiene un escaso valor nutricional, según criterios internacionales, y favorecen la aparición de la obesidad, ha precisado hoy la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, en declaraciones a la prensa.

Después de firmar un convenio con el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, sobre hábitos saludables en el deporte, Jiménez ha augurado que no habrá "ningún problema" para tomar una decisión mañana porque todas las autoridades autónomas y las del Ministerio han evaluado la necesidad de establecer unos criterios comunes que permitan establecer un equilibrio y una mejor alimentación, sobre todo en los niños.

El presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Roberto Sabrido, ha precisado que el documento que se estudiará mañana en el Consejo Interterritorial de Salud no es normativo, sino "de consenso" y "no limita ningún tipo de competencia autonómica, pero orienta".

"Es un documento orientativo y, como tal, no incluye sanciones administrativas, pero, si es asumido por la autoridades sanitarias en cada comunidad, evidentemente se cumplirá", ha apostillado.

Según Sabrido, el documento se preocupa de que la mitad de los comedores escolares no ofrecen un patrón alimentario equilibrado, según el estudio PERSEO, y se ocupa de que los padres dispongan de de información sobre las necesidades dietéticas complementarias de los alumnos.

También se fija en criterios comunes para la población escolar con necesidades alimentarias especiales (celíacos, por ejemplo), y pautas o límites nutricionales para alimentos vendidos en máquinas y en las cantinas de centros educativos.

Ha precisado que esto no afectaría a los bocadillos que elabora la propia cafetería escolar porque no es un producto manufacturado.

Según Roberto Sabrido, todo el mundo está de acuerdo en que los centros escolares deben ser espacios libres de publicidad, también de alimentos, salvo las campañas de la administración y las autorizadas por las autoridades sanitarias.