El éxito de los productos turísticos depende, en buena medida, de definir con nitidez qué es lo que se quiere "vender". No todas las administraciones y entidades que intervienen en el turismo lo tienen tan claro. El profesor de Organización de Empresas de la Universidad de La Laguna Eduardo Parra, que ayer participó en el curso "Desarrollo económico y biodiversidad" de la Universidad de Verano de Adeje, puso como ejemplo a Turismo de Tenerife que, en su página web, destaca en primer lugar la oferta de naturaleza, actividades marinas y senderismo, cuando un 80 por ciento de los visitantes continúan acudiendo al Archipiélago "sólo para disfrutar de la playa".

Este dato se desprende de una encuesta realizada el pasado año a unos tres mil turistas en los aeropuertos de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote y, a juicio de Parra, significa que "no es necesario definir un nuevo producto, sino algo complementario a la oferta que ya existe de sol y playa".

El docente universitario abordó en su intervención las "Estrategias turísticas ante el horizonte 2020", que, desde su punto de vista, deben dirigirse a potenciar el conocimiento y la innovación y a atraer talento a las empresas dedicadas a esta actividad.

Las características actuales del sector hacen que estas entidades estén obligadas a afrontar distintos "retos" en los próximos años.

Uno de ellos es, precisamente, convertirse en "un sector intensivo en conocimiento e innovación". "¿Por qué no pueden atraer las empresas turísticas a informáticos o ingenieros?", se preguntó Parra. Según el ponente, "los hoteleros dicen que sí invierten en I+D+i, pero lo cierto es que lo hacen en cosas que no son visibles".

En este sentido, sugirió algunas innovaciones "baratas" que pueden mejorar esta situación, como el uso de cámaras web que conecten con la cocina de los hoteles o la posibilidad de recibir el menú del restaurante en el móvil vía "bluetooth".

La formación tampoco es uno de los puntos fuertes de las empresas de hostelería del Archipiélago. Sólo un 32 por ciento de ellas ofrece formación continua, y el porcentaje puede ser inferior dependiendo de las zonas, afirmó Parra.

Los bajos salarios que pagan estas empresas, y las diferencias retributivas entre unas y otras, es un aspecto que, según Eduardo Parra, debería ser corregido. En este sentido, abogó, como otro "gran reto", por la negociación de un convenio colectivo del sector. "Si no hacemos atractivo el turismo para la mejor generación de gente que se ha formado en las Islas, se irán a otro lado. Actualmente estamos formando a profesionales del turismo para que trabajen en las entidades financieras", advirtió.

La apuesta por el conocimiento y la innovación debe traducirse, según el profesor de la Universidad lagunera, en una mejora de los aspectos medioambientales. En este punto, instó a las grandes empresas hoteleras a incorporarse a las políticas de responsabilidad social y a trabajar por tener una "triple cuenta de resultados: económicos, sociales y medioambientales".

Las preocupaciones de las empresas turísticas ante la actual crisis económica tienen que ver, esencialmente, con los recortes de liquidez y los despidos que está acarreando. "No les hables de I+D o de innovar", asegura Parra, quien, no obstante, se mostró comprensivo con esta situación aludiendo a que "si yo tuviera una pequeña o mediana empresa, probablemente me preocuparía por lo mismo", admitió el experto.