Los niños tienden a seguir los mismos hábitos alimentarios que se practican en casa, toman como modelo el patrón alimentario de sus padres, revela el informe del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) sobre el consumo de frutas y hortalizas.

El informe refleja que el consumo de frutas y hortalizas en niños esta por debajo de las recomendaciones de ingesta de fibra dietética, la mitad de la cantidad ideal, y que es insuficiente.

Según el informe, los hábitos alimentarios que se adopten en el hogar serán mucho más educativos que toda la pedagogía que se emplea para concienciar a los pequeños de la necesidad de comer bien, y anima a padres y cuidadores a aumentar el consumo de frutas y hortalizas.

AEDN defiende que los hábitos de alimentación que aprenden en casa son más sólidos y duraderos que los que adquieren fuera de ella, aunque reconoce que la presión de grupo hace que prueben más alimentos nuevos y diferentes fuera de casa y con ello se refuerza la idea de que "comen mejor".

También se refiere a la falta de apetito de los menores a partir de ciertas edades e insiste en que para mejorar esas conductas "no sirve de nada una actitud impositiva" y que los niños se alimentan mejor en atmósferas emocionalmente positivas.

"Prohibir determinados alimentos (como dulces o bollería) hace que aumente su deseo por ellos. Por el contrario, forzarles a comer otros, incrementa su rechazo", concluye el informe.

En cuanto a la costumbre de obligar a comer a los niños dice vulnera las "señales de autorregulación innatas", y favorece que ingieran más energía de la necesaria y puede convertirse en un hábito con los consecuentes problemas de obesidad infantil, deben tener a su alcance alimentos saludables y raciones a la medida de sus necesidades para que terminarse el plato no se convierta en una lucha.