La asociación Globalízate ha anunciado hoy que va a solicitar a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, la colocación de una nueva etiqueta "negra" en los productos alimenticios, que informe de la cantidad de dióxido de carbono que ha costado elaborar el producto, una iniciativa puesta en marcha ya en el Reino Unido.

En un comunicado, la citada asociación ha indicado que con esta etiqueta, con un logotipo negro, los compradores tendrían información para elegir aquellos alimentos en cuya elaboración no haya sido necesaria "gran emisión del gas de efecto invernadero", así como de promover una compra ética y respetuosa con el medio ambiente.

El logotipo negro debería, a través de un organismo independiente, certificar que la etiqueta publica la información correcta sobre las emisiones producidas al elaborar el alimento.

Ha explicado que "generalmente, la cantidad de CO2 emitida pesa más que el producto, además de que puede haber variaciones sustanciales entre las diferentes marcas o tipos del mismo producto, y con ello se incentivaría el ahorro energético a la hora de elaborar los productos".

Para esta asociación "los consumidores no son conscientes de las emisiones que producimos de forma indirecta" y podrían elegir los menos contaminantes.

Han informado de que la cadena inglesa Tesco, una ya se ha sumado a la propuesta del Gobierno británico.