La conveniencia de establecer bancos de datos dactilares, dentales y de ADN se ha expuesto hoy en el IX Curso Internacional de Patología Forense, que se celebra en Logroño con la asistencia de 125 expertos procedentes de 19 países.

El doctor en Odontología Legal y Forense de la Universidad Autónoma de Querétano (México), Óscar Lozano, ha explicado a EFE que es necesario tener registros para facilitar la tarea de identificación de los cadáveres.

Ello es más necesario cuando la identificación de los cadáveres es más difícil y complicada, por ejemplo, cuando se encuentran carbonizados, momificados o putrefactos.

Lozano, especialista en ciencias forenses, ha señalado que "los dientes son sensacionales" para contribuir a la identificación de las personas, dado que duran millones de años, por lo que sería importante la creación de bancos dentales, que permitieran la comparación con los del cadáver que se estudia.

Sus datos indican que "los dientes se conservan mucho" y, por ejemplo, su esmalte, a una temperatura de 400 grados centígrados, estalla; a 800, las piezas dentales empiezan a deformarse y a 1.200 comienza su incineración.

Los forenses, ha precisado, pueden efectuar un estudio dental, pero es necesario tener elementos para compararlo, como la historia dental o radiografías, por lo que es importante disponer de bancos de estas características, como de ADN y dactilares.

Ha insistido en que el especialista forense debe trabajar en un equipo multidisciplinar y, por ejemplo, colaborar con el criminalista desde el lugar del hallazgo del cuerpo, que no tiene por qué ser el lugar de los hechos, ya que ello puede aportar datos en el proceso de identificación.

El sistema de identificación es diferente y varía en función de la forma que presente el cuerpo, dado que pueden estar conservados, momificados, esquelitizados o en estado de putrefacción y las técnicas que se aplican son distintas.