Ángel R.V., acusado de intentar matar a su mujer desde la cárcel a través de un sicario y de querer envenenarla con raticida se ha arrepentido hoy ante el tribunal que le juzga en Ciudad Real y ha vuelto a insistir en que su ex-mujer: "es lo que más he querido en la vida".

Antes de que el juicio quedara visto para sentencia, el acusado se ha dirigido a la sala y ha dicho que "no tenía voluntad" de matar a su esposa, M.C.F., aunque "tampoco podía evitarlo" y ha considerado "una aberración" su idea de contratar los servicios de un sicario para acabar con su ya ex-mujer.

Asimismo, ha asegurado que "no tenía voluntad de hacerlo, pero que tampoco podía evitarlo" y ha subrayado que él no es "un maltratador" y que se arrepiente "todos los días".

Las palabras de Ángel han puesto punto y final al juicio oral que se inició ayer en la Audiencia de Ciudad Real, juicio en el que se acusa a Ángel R.V. de un delito de intento de asesinato y otro de proposición al asesinato, cometidos desde la prisión de Herrera de La Mancha (Ciudad Real), donde cumple condena por otro intento de acabar con la vida de la que fue su esposa.

En las conclusiones finales, el fiscal ha mantenido las penas solicitadas inicialmente, es decir, una condena de diecinueve años y medio de cárcel, con las agravantes de parentesco y reincidencia, y propone que no pueda acercarse a la víctima, M.C.F., en otros 29 años.

Para la fiscalía, la declaración del compañero de celda de Ángel y, sobre todo, el reconocimiento del hecho, demuestran que quiso contratar a un sicario para acabar con la vida de su mujer, a pesar de estar en la cárcel por un delito similar.

La fiscalía asegura que la declaración de los peritos ha dejado claro que la intoxicación sólo podía provenir de un anticoagulante o de un raticida, suministrado a través de la vía oral.

La defensa, ejercida por Ángel Rico, ha indicado que ha quedado patente que no existen pruebas para poder imputar el delito de envenenamiento al acusado, ya que además no se encontró el producto en la casa.

La defensa ha recordado que Ángel R.V. sufrió un grave accidente que lo mantuvo en coma varias semanas, tras el cual no ha sido la misma persona, sufriendo un "trastorno obsesivo" que "no puede controlar".

Por ello, solicita una condena de tres años y nueve meses en prisión más un tratamiento siquiátrico "mínimo" de cinco años tras su salida de la cárcel, una pena "justa y ajustada a la realidad de los hechos", según su Defensa.