Un estudio realizado por los estados parte del Convenio de Basilea, firmado para controlar el traslado de desechos peligrosos, señala que la generación y movimiento internacional de estos productos crece de manera sostenida.

El informe, presentado hoy, indica que entre 2004 y 2006 los desechos peligrosos generados aumentaron en un 12 por ciento en el mundo, mientras que los traslados internacionales de estos productos crecieron en un 22 por ciento.

El mayor número de movimientos se explica, según el texto, por la mejora de la clasificación de los desechos peligrosos.

El texto no aporta datos de años más recientes y sólo recoge la información aportada por 66 de los 175 estados que forman parte del Convenio.

La mayoría de los traslados se hacen entre países de la misma región.

En total, poco más de 10 millones de toneladas de desechos peligrosos fueron importados anualmente por 64 países entre 2004 y 2006.

El informe sólo analiza los traslados legales, es decir, aquellos autorizados tanto por la nación de origen como la de acogida.

Uno de los puntos importantes del estudio es que señala que no se han encontrado evidencias de traslados legales de los países ricos a los pobres.

Los 66 estados miembros que dieron información sobre la generación y traslado de desechos peligrosos representan el 40 por ciento de la población mundial y el 60 por ciento del producto interno bruto del mundo.

Colombia será sede de la décima conferencia de las partes del Convenio, que tendrá lugar el próximo octubre en Cartagena de Indias.

El Convenio, adoptado en 1989 y que entró en vigor en 1992, ha sido ratificado por 175 Estados y surgió como una respuesta a un fenómeno conocido también como el "colonialismo tóxico", es decir, la exportación a países en desarrollo de los residuos tóxicos indeseados por los países ricos.

De acuerdo con el Convenio de Basilea, sólo los envíos entre países que dan su consentimiento son legales, mientras que todos los traslados realizados de otro modo son considerados ilegales.