La Comisión Europea (CE) propuso hoy imponer nuevas exigencias a las industrias relacionadas con el sector de piensos, como por ejemplo la separación de grasas alimentarias y no comestibles, con el fin de evitar nuevos casos de contaminación por dioxinas como el que afecta a Alemania.

El comisario europeo de Sanidad, John Dalli, presentó a los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) un conjunto de propuestas con el objetivo de que no se repita el escándalo alimentario que ha surgido en Alemania, por la detección de piensos con exceso de dioxinas en granjas de aves y de cerdos.

El plan que desveló Dalli, que recoge parte de las iniciativas planteadas por el Gobierno alemán para solucionar ese problema, será examinado en febrero por los representantes de la UE y su aplicación se producirá en los próximos meses.

Consiste en cuatro iniciativas, encaminadas sobre todo a vigilar más a todas las empresas relacionadas con la obtención de grasas que se usan como ingredientes de alimentos animales, ya que todo apunta a que el origen de la contaminación en Alemania estuvo en la mezcla de sustancias alimentarias con otras no comestibles.

Además, desde que en 1999 estalló la primera crisis sanitaria en Europa por la contaminación de dioxinas en Bélgica se ha visto que no ha habido el control suficiente en ese sector industrial para atajar el problema e impedir que se vuelvan a encontrar niveles altos de esas sustancias nocivas para la salud.

Por ello, Dalli propuso separar los canales de producción de grasas, para que no confluyan las vías de fabricación de aquellas que van a consumo humano o animal con las que van a parar a fines industriales no comestibles, como carburantes.

En este sentido, el comisario explicó en rueda de prensa que hay que estudiar si harán falta instalaciones específicas para fabricar, almacenar o trasladar ingredientes para piensos o imponer unos equipos técnicos, un etiquetado o un color determinado para identificarlos.

Otra medida propuesta es la aplicación obligatoria de un registro de establecimientos autorizados para fabricar, tratar o comercializar grasas.

Bruselas planteó también un plan "estricto" para vigilar materiales "críticos" usados en las fábricas, así como una mejora de las bases de datos acerca de esas sustancias que existen en la actualidad.

La CE también quiere que los laboratorios privados informen obligatoriamente de sus test si han encontrado excesos de dioxinas

En cualquier caso, Dalli remarcó que las autoridades alemanas han actuado eficazmente en esta crisis y que de momento no hay ningún riesgo para el consumidor.

Una decena de países, entre ellos España, intervinieron en el Consejo para apoyar las propuestas de Bruselas con el fin de aumentar la vigilancia sobre la presencia de dioxinas.

La ministra española del Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, declaró en rueda de prensa que cuando se concreten las propuestas de la CE su departamento se pondrá en contacto con las industrias españolas para ver cómo se aplica.

Aguilar afirmó que cree que no será difícil para las empresas españolas adaptarse a los nuevos requisitos comunitarios.

Por otra parte, el Consejo apoyó una actuación a escala europea y coincidió en que anuncios como el que hizo Hungría recientemente sobre sus controles perjudican al sector porque pueden causar que los países terceros prohíban los productos europeos de manera injustificada.

Las propuestas de la CE serán examinadas por el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria de la UE -formado por expertos de los Veintisiete- en febrero.

Sin embargo, no se aplicarán hasta dentro de unos meses, según fuentes comunitarias.

Por otro lado, los ministros hablaron de la crisis del sector porcino, que además de sufrir una pérdida de ingresos, desde hace meses, se puede ver amenazado por esta alarma y por los miedos del consumidor.

En este sentido, el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, anunció su intención de poner en marcha el almacenamiento privado de carne de cerdo, por el cual la UE da ayudas por retirar producto, para tratar de que remonten los precios en el mercado.