El presidente de los obispos italianos, el cardenal Angelo Bagnasco, dijo hoy que la sociedad italiana asiste "apesadumbrada" ante el escándalo de índole sexual que está envuelto el primer ministro, Silvio Berlusconi, y que se respira un evidente "malestar moral".

Bagnasco hizo estas manifestaciones en Ancona (costa adriática), ante el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), donde trató -como anunció el pasado día 21- el caso "Ruby", la menor marroquí que supuestamente mantuvo relaciones sexuales con Berlusconi, que ha desatado una tormenta política en Italia.

Sin nombrar directamente a Berlusconi, el purpurado dijo que en los últimos días se están multiplicando noticias sobre "comportamientos contrarios al decoro público y se exhiben muestras -verdaderas o falsas- de estilos no compatibles con la sobriedad y la corrección".

"La colectividad mira consternada a los actos de la vida pública y respira un evidente malestar moral. La vida de una democracia se compone de delicados y necesarios equilibrios", afirmó el cardenal.

El cardenal, que es arzobispo de Génova, reiteró que "quien acepta asumir un mandato político debe ser consciente de la medida y de la sobriedad, de la disciplina y del honor que ello comporta".

Bagnasco aseguró que en la situación presente, acabe como acabe, nadie saldrá ganando, "nadie tendrá motivos para alegrarse, ni para considerarse vencedora".

"Demasiados, cada uno a su manera, contribuyen a la turbación general, a la confusión, a un clima de recíproca deslegitimación y ello, como es fácil prever, puede dejar en la colectividad marcas profundas, e incluso auténticas heridas", aseguró.

Angelo Bagnasco se preguntó por el futuro de Italia ante esta "contaminación" y dijo que ha llegado el momento de "detenerse", para clarificar todo de manera cuidadosa y tranquila "y en las sedes correspondientes".

El cardenal abogó por una nueva ética de la vida, de la familia, de la solidaridad y del trabajo.

Bagnasco hizo estas declaraciones después de que la Fiscalía de Milán haya abierto una investigación a Berlusconi por un supuesto delito de incitación a la prostitución de menores y por concusión.

Asimismo, hace unos días el cardenal secretario de estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, expresó su "preocupación" por este escándalo.

Bertone subrayó que la Iglesia exhorta a todo el mundo, "sobre todo a aquellos que tienen una responsabilidad política en cualquier ámbito administrativo, político y judicial, a asumir un compromiso de una mayor moralidad, así como de un sentido de justicia y legalidad".