La crisis económica no solo supone un quebradero de cabeza para los padres, también para lo hijos, lo que provoca que las relaciones entre ambos se deterioren, según se constata en un informe de la Fundación Anar elaborado a raíz de las consultas enviadas por e-mail por parte de menores y de adultos.

La Fundación Anar, que presentó ayer el informe realizado junto con Obra Social Caja Madrid, puso a servicio de los menores en 2007 un correo electrónico para que consultasen todas sus dudas y al que también los adultos podían acudir por problemas que hubieran detectado en niños y adolescentes.

La Fundación recopiló los datos procedentes de los correos recibidos hasta 2010, que ascienden a 4.289, de los cuales el 64% son de menores (sobre todo entre 16 y 17 años) y el 36% de adultos.

El director del Teléfono ANAR, Luis Estebaranz, explicó que los principales motivos de consulta que hacen los menores son en primer lugar las dificultades de relación con sus padres (31%), seguido de la sexualidad (18,4%), de los problemas psicológicos (16,9%), y por situaciones en las que han padecido violencia (13,5%).

Estebaranz señaló que el primer motivo de consulta de los adultos es el conocimiento de que un menor sufre violencia (44,8%) y aseguró que en total se puede decir que una de cada tres consultas al correo de ANAR son por violencia contra los menores.

Una de las principales conclusiones es que las dificultades de la relación con los padres se han acentuado por la crisis, puesto que el temor a perder el empleo provoca que los progenitores pasen más tiempo trabajando y menos con sus hijos.

Según el director de Programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, los niños pasan mucho tiempo solos y son las familias a las que la crisis ha azotado con más dureza donde se ha incrementado la tensión en las relaciones familiares debido al paro prolongado y las dificultades económicas.

En el 3,2% de las consultas de niños y adolescentes están presentes problemas de carácter social de tipo económico, de desempleo, de acceso a una vivienda digna o a diferentes prestaciones básicas.