La ministra italiana de Educación, Mariastella Gelmini, dijo hoy tras conocer la sentencia favorable al crucifijo en las escuelas de Italia, que "se trata de una gran victoria para la defensa de un símbolo irrenunciable de la historia y de la identidad cultural de nuestro país".

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rectificó hoy su sentencia de noviembre de 2009, al fallar que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola el derecho a la educación ni la libertad de pensamiento y religión.

"Siento una profunda satisfacción por el pronunciamiento en el que se reconoce gran parte del pueblo italiano", agregó Gelmini.

El crucifijo -añadió- "sintetiza los valores del cristianismo, los principios sobre los que se apoya la cultura europea y la propia civilización occidental: el respeto de la dignidad de la persona humana y de su libertad".

"Es un símbolo, pues, que no divide sino que une, y su presencia, también en las escuelas, no representa una amenaza para el laicismo del Estado, ni para la libertada religiosa", concluyó Gelmini.

El ministro de Exteriores, Franco Frattini, que compareció ante los medios tras un Consejo de Ministros extraordinario, subrayó: "Hoy ha vencido el sentimiento popular de Europa", en referencia a la sentencia que absuelve a Italia.

Frattini añadió que con esta sentencia se revaloriza la "historia y la identidad de los países europeos" y que se trata de la "primera señal después de mucho tiempo del despertar de Europa que, en el pasado, se ha mostrado lejana del verdadero sentir de los ciudadanos europeos".

Asimismo, el ministro consideró que la sentencia conocida hoy es "una respuesta importante a quien creía que el debate sobre la identidad cristiana estaba totalmente enterrado".

En esta misma línea se expresó el ministro de Justicia, Angelino Alfano, quien aseguró que "la cristiandad forma parte de la identidad de Europa y, detrás del crucifijo, se encuentra el reconocimiento de todos los derechos humanos".

Por su parte, el subsecretario del Gobierno, Gianni Letta, en rueda de prensa, consideró que "Italia ha dado un ejemplo de coherencia y de cohesión".

Para Antonio Mazzocchi, diputado del gubernamental Pueblo de la Libertad y presidente de los Cristianos Reformistas, "la sentencia es una victoria para millones de italianos, cristianos o no, que se han batido estos últimos meses para resaltar la importancia y el valor cultural de este símbolo de la cristiandad".

También el Partido Demócrata, el principal de la oposición, manifestó su satisfacción a través del presidente de la provincia de Roma, Nicola Zingaretti, quien indicó en una nota que la Corte de Estrasburgo ha querido testimoniar "la importancia que tienen que tener las tradiciones culturales y religiosas de una comunidad milenaria como la nuestra".

El crucifijo es "un signo de fe para quien cree y no representa un símbolo de división", añadió.