La inmigración es insuficiente para mantener a largo plazo el crecimiento demográfico de la Unión Europea (UE), que sufrirá una reducción de su población a partir de 2050, según un informe presentado ayer por la Comisión Europea.

De acuerdo con el estudio, la población europea seguirá creciendo hasta 2040 aproximadamente, cuando alcanzará su máximo, para disminuir levemente a partir de entonces hasta 2050.

El texto confirma la tendencia al envejecimiento de la población en toda la UE, con tasas de fertilidad bajas y un aumento de la esperanza de vida.

En este sentido, la llegada de nueva inmigración, a la que además se suele atribuir un mayor número de hijos, será insuficiente para evitar un descenso demográfico en la UE a largo plazo.

Sin embargo, el informe señala que los flujos migratorios desempeñan un "papel relevante" en la composición demográfica de Europa y continúa siendo importante.

En 2008, la UE recibió 3,8 millones de inmigrantes, a los que hay que restar "al menos" 2,3 millones de personas que abandonaron la UE, por lo que se registró un crecimiento migratorio neto de 1,5 millones de residentes.

Aunque la UE experimentó un ligero crecimiento de la tasa de fertilidad en los últimos años, al pasar de 1,5 hijos por mujer en 2003 a 1,6 en 2009, esta cifra continúa lejos del nivel mínimo para asegurar un crecimiento natural, que debe ser superior a dos hijos por mujer.

De hecho, solo Irlanda, con una tasa de fertilidad de 2,1 el año pasado, superó este nivel, seguida de cerca por Francia, con un 1,9.

Por su parte, España fue, junto a Polonia, el sexto país de la UE con una menor tasa de fertilidad, con 1,4 hijos por mujer. Los dos Estados que cierran el ranking son Letonia y Portugal, con tasas del 1,3.

Por otra parte, la esperanza de vida media en la UE es de 76,4 años para los hombres y de 82,4 años para las mujeres, cifras que aumentan hasta los 78,7 años para los españoles y los 84,9 para las españolas.