El centro de cría en cautividad del quebrantahuesos (CCQ) de Cazorla (Jaén) ha batido este año su récord histórico de productividad al lograr que sobrevivan ocho pollos de este ave en peligro crítico de extinción, han informado fuentes del programa de conservación de esta especie.

Con estos nacimientos, el CCQ supera ya la barrera de los treinta ejemplares supervivientes desde que en la temporada 2001-2002 lograse el primer alumbramiento en cautividad de esta especie, cuya principal población natural de Eurasia, compuesta por algo más de doscientos ejemplares, sobrevive en los Pirineos.

La nueva marca histórica de estas instalaciones puede aumentar en las próximas horas hasta los nueve ejemplares pues aún queda un huevo pendiente de eclosión.

El primer pollo de quebrantahuesos de la actual temporada de cría del CCQ nació el pasado 23 de febrero y en total han sido siete las parejas que se han logrado reproducir este año, que han puesto un total de trece huevos.

El anterior récord de nacimientos en estas instalaciones se registró en la temporada 2008-2009, cuando sobrevivieron cinco ejemplares.

Otro de los hitos logrados este año por el CCQ ha sido el nacimiento del primer pollo de quebrantahuesos, uno de cuyos padres ha sido un ejemplar nacido también en cautividad en estas instalaciones, lo que supone el éxito de la reproducción en cautividad de esta especie en segunda generación.

El CCQ, ubicado en el corazón del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, fue creado por la Junta de Andalucía en 1996 como apoyo al proyecto de reintroducción de este ave carroñera en dicho espacio protegido, de donde se extinguió en el último tercio del pasado siglo.

El quebrantahuesos fue reintroducido con éxito hace unas décadas en Los Alpes y también se intenta reintroducirlo en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) desde 2006 y en Picos de Europa, desde 2010.

El CCQ de Cazorla está asociado desde 1999 a la red internacional de cría en cautividad de esta especie carroñera y en los últimos años ha destacado como la instalación más productiva de las que integran esta asociación.

El método de cría en cautividad del quebrantahuesos que se sigue en estas instalaciones se basa en asociar parejas potencialmente reproductoras según criterios de idoneidad genética.

Una vez que la pareja pone uno o dos huevos, se le retiran y son sustituidos por otros de escayola, a modo de señuelos.

Esta operación se realiza para que el huevo o los huevos se incuben en los aparatos que posee este centro para garantizar así su constante vigilancia y que eclosione sin riesgos y en las mejores condiciones posibles.

Tras un exhaustivo seguimiento del pollo, éste se le devuelve a la pareja, aproximadamente una semana después de su nacimiento, para que su crianza prosiga de la manera más natural posible.

El quebrantahuesos es el ave de mayor envergadura de la Península Ibérica, junto al buitre negro, pues su distancia entre las puntas de las alas roza los 2,9 metros y debe su nombre a que se alimenta de huesos que, a veces, despeña desde gran altura para romperlos y facilitar su deglución.

El centro de cría en cautividad del quebrantahuesos de Cazorla está considerado la instalación de referencia de España, donde también se ha logrado la reproducción de esta especie en el Centro de Fauna de Vallcalent (Lleida) y en el Centro de Cría en Cautividad de Quebrantahuesos en Aislamiento Humano (CRIAH), de Aragón.

El CCQ mantiene una población estable de unos veinte ejemplares de quebrantahuesos, uno de ellos de más de cuarenta años, y acoge también ejemplares heridos o enfermos de otras especies de buitres en peligro de extinción, como el alimoche, del que cuenta con una decena de individuos.